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LA VACUNA COVID-19 ES MORALMENTE SEGURA

LOS OBISPOS ESTÁN PIDIENDO A LOS LATINOS QUE NO TENGAN MIEDO Y QUE ROMPAN LOS MITOS Y CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE LA INMUNIZACIÓN

By JORGE LUIS MACÍAS     1/12/2021

DESDE EL PUNTO DE VISTA  médico y moral, las vacunas de las compañías farmacéuti-cas Pfizer y Moderna son se-guras, a pesar de su conexión remota con líneas celulares que se originan a partir de tejidos recolectados por abortos.

Ese ha sido el pronunciamiento del obispo Kevin C. Rhoades de Fort Wayne-South Bend, presidente del Comité de  Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB)  y del arzobispo Joseph F. Naumann, de Kansas City en Kansas, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida.

Respecto a las vacunas Pfizer y Moder-na, los obispos concluyeron que, dada la gravedad de la pandemia actual y la falta de disponibilidad de vacunas alternati-vas, las razones para aceptar las vacunas  Pfizer y Moderna COVID-19 son sufici-entemente válidas para justificar su uso, a pesar de su remota conexión con cepas celulares moralmente comprometidas

.“Recibir una de las vacunas COVID-19  debe entenderse como un acto de caridad hacia los demás miembros de nuestra  comunidad. De esta manera, vacunarse de manera segura contra COVID-19 debe considerarse un acto de amor al prójimo y parte de nuestra responsabilidad moral por el bien común”, afirman.

A nivel local, la Diócesis de Orange y la Agencia de Atención Médica del Condado de Orange se han unido para correr la voz y alentar a todos los residentes a vacunarse cuando estén disponibles, particularmente en las comunidades de color

.Los obispos de la Diócesis Católica Romana de Orange Kevin W. Vann,  Thanh Thai Nguyen y Timothy Freyer respaldaron las vacunas Pfizer y Moder-na que aprobó la conferencia de obispos estatales

.“Después de una investigación y revisión exhaustivas de la declaración de la Academia Pontificia para la Vida, encontramos que las vacunas son moralmente aceptables e imperativas en el esfuerzo continuo por frenar la pandemia de coronavirus”, dijeron los prelados.

La declaración es coherente con la posición de la Santa Sede, la Con-gregación para la Doctrina de la Fe y la Academia Pontificia para la Vida, que ha ofrecido orientación sobre la cuestión de si es moralmente aceptable recibir una vacuna creada con el uso de líneas celulares moralmente compro-metidas.

Los obispos instaron a los 1,3 millones de feligreses del condado de Orange a tomar todas las medidas necesarias para protegerse a sí mismos y a sus familias.

Para garantizar la confianza del público, el Obispo Timothy Freyer dijo a OC Catholic que el día que reciba la vacuna será fotografiado y posible-mente se grabe un video para promover la importancia de tomar la vacuna.

“Por el bien de todos en la comuni-dad recibiré la vacuna para poder pro-teger las personas con quienes estaré en contacto”, dijo el Obispo Freyer. “He hablado con varios médicos y todos dicen que la vacuna es segura y eficaz”.

“Espero que pronto todos reciban la vacuna”, añadió. “Hay tantas personas que perdieron su trabajo debido a la pandemia y anhelamos de estar todos juntos en nuestras iglesias en la santa misa”.

Para garantizar la confianza del pú-blico, el obispo auxiliar Timothy Freyer está dispuesto a ser filmado en vivo en las redes sociales cuando reciba la inmuni-zación.Los informes muestran sistemáti-camente que los residentes latinos han estado y siguen estando entre los más afectados por la pandemia de COVID-19.

En California, los latinos constituyen el  40% de la población del estado, pero rep-resentan el 57% de los casos de COVID y el 48% de las muertes, según el Departa-mento de Salud de California.

En el condado de Orange, al 16 de diciembre, los latinos representaban a 48% de las 1,731 personas que murieron a causa del COVID-19

.Además de las barreras del idioma, en esta comunidad se han extendido falsas creencias y mitos sobre las teorías de la conspiración de que el gobierno implantaría un chip para mantenerlos controlados a través de la vacuna, o su información se utilizaría con fines de deportación.

“Podremos entregar vacunas a los residentes indocumentados, y aunque se requerirá cierta documentación, será mínima”, dijo la Dra. Margaret Bre-dehoft, subdirectora de la Agencia de  Servicios de Salud Pública del Condado de Orange.

“A los residentes no se les pregunta sobre el estatus legal / documentación, ni, por ejemplo, que proporcionen un Número de Seguro Social”, agregó. Según el Registro de Vacunas de California, se solicita a los residentes: nombre y apel-lido, fecha de nacimiento, nombre de la madre, sexo, origen étnico y ocupación

.En términos de costo, los Centros para el Control y la Prevención de En-fermedades y los kits de herramientas de comunicación del Departamento de Sa-lud Pública de California (CDPH) esta-blecen que las vacunas COVID-19 serán gratuitas para el receptor. Para aquellos con seguro médico público o privado, no se aplicarán los copagos. La intención del gobierno es no cobrar por la vacunación a quienes no tienen seguro.

Armando Cervantes, director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Orange, manifestó que habrá que ob-tener información precisa y llamar a la conciencia de los católicos latinos para evitar el miedo a vacunarse.

“Las familias no saben en quién con-fiar”, dijo. “Los mitos y el miedo paraliza-ron nuestra comunidad, pero los obispos y la Iglesia tienen el deseo de transmitir el mensaje de que las vacunas pueden aplicarse por el bien común de todos”.

La Diócesis de Orange está traba-jando con grupos latinos para distribuir información a través de Jóvenes para Cristo, Renovación Carismática Católica,  Movimiento Neocatecumenal, Cursillos,  Encuentro Matrimonial, Movimiento Familiar Cristiano, parroquias y centros.

“Tenemos mucho trabajo por delante”,  dijo Hilda García, coordinadora interina de la Renovación Carismática. “Debemos ayudar a eliminar los malentendidos”.

Una encuesta del estado de Califor-nia realizada en octubre por el Public Policy Institute mostró que el 54% de la población latina dijo que probable o definitivamente tomaría la vacuna. Eso se compara con el 70% de los estadoun-idenses de origen asiático y el 62% de los blancos. Solo el 29% de los negros dijo que probablemente se vacunará.

El 17 de diciembre de 2020, cuando se continuaron administraron las prime-ras dosis de vacunas a nivel nacional, el número de casos positivos de COVID-19  era 17.2 millones y 311,000 muertes. Este número rebasó las 300,000 muertes de esta dounidenses durante la Segunda  Guerra Mundial.