EL PLAN DEL INMACULADO Corazón de María es que todos los hombres se salven y ella hace un llamado a la humanidad para la renovación de la Iglesia y del mundo.
“Ella no pide nada para ella, sino que todos amemos a su Hijo”, afirma Ángele s Novoa, una madre soltera originaria de Michoacán, México, quien renovó su consagración al Inmaculado Corazón de María, durante una solemne misa en un salón abierto de la Catedral de Cristo.
“Al mundo le hace falta fe en Jesús, por mediación de la Virgen María, ella nos acerca cada vez más a su Hijo”, señala. “En ella, todos sus hijos se purifican y nos poda de las malas yerbas que hay en nosotros”
.En el Siglo XX, los Papas Pío XII y san Juan Pablo II recomendaron la práctica de la consagración al Inmaculado Corazón de María, e incluso consagraron a los pueblos del mundo al corazón de la Madre de Dios
.“El mundo ya está consagrado, pero ella dice que tenemos que poner de nuestra parte, porque no todo tiene que venir de María y Jesús”, dice. “Los humanos debemos hacer nuestra parte para alcanzar los méritos en el cielo”
.En las apariciones de la Virgen de Fátima a los pastorcitos, Lucía de Jesús Dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, ella recomendó hacer sacrificios, rezar el rosario para la salvación de las almas y recomienda la jaculatoria del perdón: ¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman”.
“Necesitamos consagrarnos al Inmac ulado Corazón de María para que ella y su Hijo nos ayuden en estas batallas, y más contra esos espíritus malos de enfermedades que no vemos”, añade la devota Ángeles Novoa. “La virgen no pide nada para ella, sino solo que amemos y adoremos a su Hijo y lo recibamos con un corazón puro en la Eucaristía”.
El acto religioso, guiado por el sacerdote Mario Juárez, vicario en la Catedral de Cristo, evocó aquel momen-to de 2013, durante la Jornada Mariana del Año de la Fe en el Vaticano. El Papa Emérito, Benedicto XVI hizo la convo-catoria y su sucesor, Papa Francisco con-sagró al mundo al Inmaculado Corazón de María.
Las palabras de consagración fueron pronunciadas por el Santo Padre ante la venerada imagen de la Capilla de las Apariciones del Santuario de Fátima, que viajó especialmente a Roma para dicha Jornada Mariana
.Al Papa Francisco se le uni eron devotos marianos de los santuarios de Aparecida (Brasil), Akita (japón), Banneux (Bélgica), Czestochowa (Polonia), Lourdes (Francia), Luján (Argentina), Nazareth (Israel), Nairobi (Kenia) Vailankanni (India) y el santuario mariano de Washington. En dicha ocasión, el Papa explicó que María “nos lleva de la mano, como una madre, al abrigo del Padre, el Padre de la misericordia”.
Las primeras consagraciones al Inmaculado Corazón de María en la Diócesis de Orange comenzaron hace dos décadas cuando la iglesia de San Calixto paso a ser la Catedral de Cristo y se convirtió en una devoción que lleno de la gracia y el amor que la Santísima Virgen tiene para sus hijos.
De hecho, las más grandes virtudes que conlleva la consagración al Inmaculado Corazón de María son siete rega-los: fe, esperanza, caridad, humildad, paciencia, perseverancia y obediencia.
“El compromiso más grande para las mujeres casadas que se consagran al Inmaculado Corazón de María es el res-peto a su pareja, y quienes somos mamás solteras es recibir la santa Eucaristía, viviendo una vida consagrada y llena de pureza”, dijo Ángeles Novoa.
Para ella, vivir la devoción es algo tan hermoso y que recuerda entrañable-mente.
“En mi primera consagración fue como recordar mi primera comunión porque estaba tan contenta de recibir a Jesús sacramentado como el dulce huésped de mi alma”, asegura Ángeles.
“Fue como si el Espíritu Santo estuviera dor mido en mí, y como que Ella lo despierta y nos lleva a los brazos de Jesús”.
En ese “despertar”, Ángeles Novoa comenzó a regalar libros de la consagración al Inmaculado Corazón de María a todo ser humano que encontraba en su camino, aunque el reto es enorme: mucha gente rechaza el mensaje y no quiere comprometerse.
“Si la gente abriera su corazón podría experimentar todas las cosas hermosas que provienen del corazón amoroso de María; ella no le niega nada a sus hijos, que somos nosotros, ni su Hijo, Jesús, le niega nada a su Madre para nosotros”, subraya Ángeles Novoa. “Ella no quiera nada para sí misma, sino que desea que todos amemos a su Hijo y nos enseña a invocarlo, amarlo y adorarlo donde Él está, en el Santísimo y en la Sagrad a Eucaristía”.
El proceso de la consagración al Inmaculado Corazón de María se realiza en 33 días, que representan la edad de Jesucristo.
La meta final es alcanzar una mejo r relación y unión con Cristo, donde Ella es la fuente maternal de protección contra Satanás.