Durante este Año de la Misericordia, centenares de fieles católicos se congregaron durante 12 horas consecutivas para tener una noche de Misericordia, Oración y Adoración al Santísimo Sacramento en la Catedral de la Sagrada Familia, en Orange, CA.
La Sagrada Eucaristía fue expuesta el viernes 21 de abril en el altar por los sacerdotes Rev. Charles Costas y el Rev. Troy Schneider, Vicario Parroquial.
La Noche de la Misericordia, que inició a las 7:00 pm., concluyó a las 7:00 am del sábado 24 de abril, fue organizada por 22 estudiantes extranjeros, pertenecientes a la Comunidad Emmanuel de Roma.
La noche comenzó con los testimonios de vida de dos estudiantes. Enseguida, el Santísimo Sacramento fue expuesto en el altar y los sacerdotes se dispusieron a escuchar las confesiones de los fieles.
“San Juan Vianney (llamado el Santo Cura de Ars) tenía un amor especial a la Eucaristía y la Confesión”, recordó el Padre Charles Costas. “Él pasó 41 años en su iglesia y escogió ofrecer la misericordia de Dios en el confesionario”.
Añadió que la misericordia está en el centro del corazón de la Iglesia, y especialmente en el Sacramento de la Confesión.
“Cuando vamos al doctor, lo hacemos porque creemos que nos va a curar”, dijo. “Jesús está aquí para ayudarte; el espíritu de la verdad está frente a tu corazón”.
Para la Comunidad Emmanuel que dirige el Padre Charles, quien fue ordenado sacerdote en 2006 para Arquidiócesis de Lyon, Francia, la Adoración al Santísimo es el “lugar” donde todo comienza.
“La adoración es donde tenemos un encuentro personal con Dios que da su vida y cumple las expectativas de nuestro corazón, a través de su amor y perdón”, afirmó Claire Lambert, originaria de Bélgica. “En la Eucaristía, se nos invita a vivir el misterio pascual (la pasión, muerte y resurrección de Cristo). La adoración esta proximidad a Jesús y nos lleva a interceder en oración por todo el mundo”.
A un costado del altar, los estudiantes encendieron pequeñas veladoras que formaban una cruz encendida. Posteriormente, los fieles fueron invitados a depositar en dos cestas sus “preocupaciones” y en otra, sacar un papelito que contendría sus “alegrías” o textos bíblicos que cada persona escogía.
La Noche de Misericordia fue para muchos, horas intensas llenas de gracia para la intimidad con Jesucristo Sacramentado, orando en silencio.
“He rezado en silencio, concentrándome en la presencia del Señor, teniendo un dialogo con él”, expresó Rudy Chávez, integrante de la Hermandad de San Dimas y miembro de la Catedral de la Sagrada Familia. “Uno tiene que escuchar la voz de Dios con el corazón y responderle en esa experiencia espiritual que no se puede expresar con palabras… hay que vivir la experiencia”.
adorar a la persona
de jesús
Y cantaron una adaptación de las palabras del Salmo 19 (18):
“Los cielos cuentan la gloria del Señor, proclama el firmamento la obra de sus manos. Un día al siguiente le pasa el mensaje y una noche a la otra se lo hace saber. La ley del Señor es perfecta, es remedio para el alma, toda declaración del Señor es cierta y da al sencillo la sabiduría. Las ordenanzas del Señor son rectas y para el corazón son alegría. Los mandamientos del Señor son claros y son luz para los ojos. Ojalá te gusten las palabras de mi boca, esta meditación a solas ante ti, oh Señor, ¡mi roca y redentor!
“Para mí, la Adoración al Santísimo es adorar a Jesús mismo en lo personal”, comentó Roberto Solano, también integrante de la Hermandad de San Dimas, en la Catedral de la Sagrada Familia. “Como padre de familia y esposo necesito dar testimonio de Jesucristo en mi vida y no lo puedo dar a los demás si no lo conozco”.
La Hermandad de San Dimas es una confraternidad de hombres católicos que se reúnen semanalmente para animarse unos a otros en su lucha por ser fieles seguidores de nuestro Señor, Jesucristo. Su patrono es San Dimas, el buen ladrón mencionado en el Evangelio de San Lucas (23:39).
Y en la Noche de Misericordia, también Rudy Chávez y Roberto Solano se sintieron inspirados a seguir confiando en la misericordia de Dios, en la esperanza de la salvación y para alejarse del pecado.
Ya que el Padre Charles Costas había exhortado a todos los presentes a rendirle honor a Dios cuando se le glorifica en la confesión.
“Aprovechen que él enseña y se muestra misericordioso a los sencillos con el perdón de sus pecados”, dijo. “Aprovechen para librarse de toda la basura que llevan con ustedes”.