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NUESTRO CAMINO DE REGRESO

A MEDIDA QUE SE RETIREN LAS ÓRDENES DE QUEDARSE EN CASA, LA DIÓCESIS DE ORANGE PLANEA REABRIR LAS IGLESIAS EN LA NUEV A NORMALIDAD

By GREG MELLEN     6/4/2020

COMO LA MAS ANTIGUA de las iglesias cristianas, la Iglesia Católica y las parroquias de la Diócesis de Orange no van a ninguna parte. Y para los católicos que se han preguntado cuándo tendrán la oportunidad de orar juntos, hay una  respuesta.

El 22 de mayo la diócesis anunció que, como parte de un cauteloso enfo-que gradual, las puertas de la Iglesia comenzarán a reabrirse a pequeños gru-pos de feligreses en buena salud para las vigilias del sábado 13 de junio, con una misa que se celebrará el domingo 14 de junio para conmemorar la solemnidad de Corpus Christi.

El momento en que las puertas se abran completamente dependerá de la evaluación continua de la seguridad y la salud.

Desde que el obispo Kevin Vann anunció la suspensión de los servicios dominicales el 17 de marzo, en respuesta a la pandemia de COVID-19 y dos días antes de la orden ejecutiva de perma-nencia en casa del gobernador de Cali-fornia Gavin Newsom, los servicios de la diócesis se han pospuesto o cancelado  completamente.

Tres meses después del cierre inicial, los feligreses pueden comenzar a regre-sar, pero deben cumplir con las normas de seguridad pública que restringirán el número de feligreses.

El obispo Vann también ha extendido la dispensa de la obligación de asistir a misas y días de obligación indefinida-mente. El obispo Freyer dijo que hasta que se llegue a un consenso entre los funciona-rios de la Iglesia y los profesionales de la salud, la seguridad de la congregación es la prioridad de la Iglesia.

“Lo que estamos usando como base para decidir son las recomendaciones de los profesionales médicos”, dijo el obispo Freyer. “No hacerlo no tiene sentido común”.

El gobierno del estado había advertido que las grandes reuniones no se per-mitirían hasta finales de año, pero desde entonces ha estado dando marcha atrás a  muchas predicciones.

El obispo Freyer comentó que un pequeño grupo de personas había instado a la Iglesia a abrir sus puertas antes de tiempo, violando las directrices del gobi-erno del estado y del condado.

“No se trata del gobierno”, dijo el obis-po Freyer. “Se trata del consejo médico y de actuar por el bien común”.

Más común entre los comentarios de los feligreses eran aquellos que están “agradecidos de que mantengamos la seguridad de las personas”. Muchos adultos mayores se sienten presionados para asistir a los servicios. Dicen que esto alivia la presión, de lo contrario dicen que se sentirían culpables”.

La seguridad sigue siendo primordial en la reapertura.

Actualmente se prevén tres fases, la primera permite a pequeños grupos de católicos en buena salud asistir a una misa limitada. La segunda fase permitirá grupos más grandes, y finalmente los coros volverán y se permitirán las re-uniones sociales.

La diócesis anima a los mayores de 65 años o con problemas de salud a que consideren no asistir todavía, y que todos los feligreses que presenten síntomas se queden en casa.

“Los feligreses llevarán máscaras y practicarán el distanciamiento social”, dijo el obispo Freyer, refiriéndose a la distancia de seis pies entre los asistentes. “Para al-gunas parroquias con asientos para 1,000 personas, pueden tener que conformarse con 200 o 250”.

Se pueden hacer ciertas modificaciones y concesiones para las zonas donde las fa-milias o parejas pueden practicar el culto más cerca.

Depende de cada parroquia decidir la distribución de los asientos y cómo limitarán el acceso. El obispo Freyer  explicó que aquellos que esperan grandes multitudes pueden considerar ofrecer entradas a través del internet para las misas y transmitir en vivo o celebrar las misas para grupos muy numerosos en los salones de las iglesias y gimnasios o al aire libre.

La transmisión en vivo de las misas continuará. Se ofrecerá la comunión, pero los que estén en la fila deben mantener la distan-cia de seis pies, y “la sangre de Cristo no estará disponible”, añadió el obispo Freyer.

También se harán modificaciones en la recolección de las ofrendas, el uso de los baños y las misas probablemente se acortarán. Para reducir las aglomeraciones, la diócesis anima a los feligreses a asistir a misa los días de la semana, en lugar de los  domingos.

Las iglesias se limpiarán y desinfec-tarán entre cada servicio con estaciones de desinfección de manos en las entradas y salidas que se anima a usar a los congre-gantes.

Para una serie de medidas y procedimientos, la Diócesis ha estado utilizando la información y las directrices propor-cionadas por la Conferencia de Obispos  Católicos de los Estados Unidos (dis-ponibles en bit.ly/3gu1QWo) para su con-sideración, así como compartiendo ideas con otros obispos de California, aunque éstas no se han formalizado.

El documento provisional sobre la reapertura trata de una amplia gama de cuestiones que van desde la prueba de los sacerdotes hasta los arreglos de los coros.

Los funcionarios de la Iglesia dicen que cuando las iglesias se reabran, esperan un aumento del interés de los feligreses que buscan confesiones, confirmaciones, en particular los que se perdieron durante la temporada de Pascua y para reprogramar las bodas y los servicios funerarios.

Esos serán ordenados por las diferentes parroquias y se asignará a clérigos extra para que ayuden.

“El primer paso debería ser el regreso a la celebración de las misas dominicales y otros sacramentos como bautismos, bodas y funerales”, según las directrices.

El obispo Freyer dijo que las medidas de seguridad existentes podrían ser la “nueva normalidad” por algún tiempo. “No creo que volvamos a la normalidad hasta que se desarrolle una vacuna o hasta que suficientes personas hayan acumula-do anticuerpos”, dijo.

El obispo Freyer espera que haya una abrumadora sensación de alivio con la reapertura de las puertas.

“Creo que habrá gratitud para que volvamos a estar juntos. Gratitud a Dios por haber sacado adelante esto. Gratitud por los trabajadores de la salud. Gratitud por la restauración de la salud de los que estaban enfermos. Y una celebración de que estamos un paso más cerca a la normalidad”.