SAN FRANCISCO (CNS) — La conferencia de obispos católicos de California anunció su apoyo, el 14 de julio, a favor de la Proposición 62, una medida que estará en la boleta electoral de noviembre con la intención de que se establezca la abolición de la pena de muerte.
Los obispos hicieron que la declaración coincidiera con el lanzamiento de la campaña “Sí a la 62″, que se llevó a cabo en un rueda de prensa en Los Ángeles. Entre los oradores aparecieron antiguos simpatizadores de la pena de muerte, familiares de víctimas, oficiales de ley, líderes religiosos y personas que habían sido condenadas erróneamente a la pena de muerte.
“En este año jubilar de la misericordia, nosotros, los obispos católicos de California apoyamos la Proposición 62, la cual aboliría el uso de la pena de muerte en California”, decían los obispos en su declaración.
La Proposición 62, llamada “iniciativa a favor de la justicia que funciona” por sus autores, reemplazaría la pena de muerte con cadena perpetua, sin derecho a libertad y requeriría que convictos paguen restitución a la familia de su víctima. Los obispos también anunciaron su oposición en contra de la Proposición 66, que también aparecerá en la boleta electoral de noviembre, y aceleraría las ejecuciones en California.
“Toda vida es sagrada — inocente o con defectos — así como Jesucristo nos enseñó y demostró repetidamente a través de su ministerio … cada uno de nosotros lleva un valor intrínseco por haber sido creado a la imagen de Dios. Cada uno de nosotros lleva el deber de amar esta imagen divina grabada en cada persona.”, decían los obispos en la declaración.
Si los votantes aprueban la Proposición 62, California se convertiría en el 20 de los estados donde no se aplica la pena de muerte. Al parecer, el electorado se ve dividido ante tal iniciativa. En 2012, en California, los votantes no aceptaron, 52 a 48 por ciento, la Proposición 34, una medida que hubiera revocado la pena de muerte.
Con 747 personas, California tiene la mayor población en el país de reos en el corredor de la muerte. California ahorraría unos $150 millones al año si se suspendiera la práctica, dice la información que aparece en el sitio web de “Sí a la 62”. Pero nadie ha sido ejecutado en California desde el año 2006 debido a batallas legales con respecto al uso de la inyección letal y décadas de espera entre sentencia y la ejecución del convicto. La ley que existe fue aprobada en 1978.
Los obispos dijeron que su oposición a la pena de muerte también está enraizada en su “firme propósito de acompañar y apoyar a todas las víctimas del crimen ” para quienes el sufrimiento causado por la pérdida de un sér querido, a manos criminales, raramente se termina con la ejecución del convicto.