(ACI Prensa) – Al recibir esta mañana a los participantes en la asamblea plenaria de la Congregación para la Educación Católica (de los Institutos de Estudios), el Papa Francisco explicó las razones por las que ha convocado a un evento mundial sobre educación para mayo de este año en el Vaticano.
Tras explicar que la educación es una realidad dinámica y que debe ser realizada en conjunto, el Santo Padre dijo que “este movimiento de equipo ha estado en crisis desde hace tiempo por varias razones. Por eso, sentí la necesidad de promover el próximo 14 de mayo el día del pacto educativo global confiando la organización a la Congregación para la Educación Católica”.
Este evento, resaltó el Papa, “es un llamado a todos aquellos que tienen responsabilidades políticas, administrativas, religiosas y educativas para reconstruir el ‘pueblo de la educación’”.
“El objetivo de estar juntos no es desarrollar programas, sino encontrar el paso común para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”, continuó.
El Pontífice refirió luego que “el pacto educativo no debe ser un simple ordenamiento, no debe ser un ‘recalentado’ de los positivismos que hemos recibido de una educación ilustrada. Debe ser revolucionario”.
“Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna”, subrayó.
El Papa indicó que ve “en la constitución de un pacto educativo global la facilitación del crecimiento de una alianza interdisciplinaria y transdisciplinaria, que la reciente constitución apostólica Veritatis gaudium indicaba para los estudios eclesiásticos, como ‘el principio vital e intelectual de la unidad del saber en la diversidad y en el respeto de sus expresiones múltiples, conexas y convergentes’”.
Por ello alentó a los presentes a continuar “con provecho en la realización del programa para los próximos años, en particular en la elaboración de un Directorio, en la constitución de un Observatorio Mundial, así como en la calificación y actualización de los estudios eclesiásticos y en una mayor solicitud por la pastoral universitaria como instrumento de la nueva evangelización”.
“Todos estos son esfuerzos que pueden contribuir eficazmente a consolidar el pacto, en el sentido que nos enseña la Palabra de Dios”, resaltó.
4 movimientos de la educaciónEl Santo Padre explicó que un primer “movimiento” de la realidad dinámica de la educación que busca formar integralmente a las personas es el ecológico. “Es una de sus fuerzas motrices hacia el objetivo formativo completo. La educación que tiene en el centro a la persona en su realidad integral tiene como finalidad llevarla al conocimiento de sí misma, de la casa común en la que vive, y sobre todo al descubrimiento de la fraternidad como relación que produce la composición multicultural de la humanidad, fuente de enriquecimiento mutuo”, dijo.
Un segundo movimiento que tiene que ver con el método es el inclusivo. “Una inclusión que va hacia todos los excluidos: por la pobreza, por la vulnerabilidad debida a guerras, hambrunas y desastres naturales, por la selectividad social, por las dificultades familiares y existenciales”, indicó.
“Una inclusión que se concretiza en acciones educativas a favor de los refugiados, de las víctimas de la trata de seres humanos, de los migrantes, sin distinción alguna de sexo, religión o etnia. La inclusión no es un invento moderno, sino una parte integral del mensaje salvífico cristiano”, agregó.
“Otra característica de la educación es la de ser un movimiento pacificador, portador de paz”.
Francisco resaltó que “el movimiento educativo, constructor de paz, es una fuerza que hay que alimentar contra la ‘egolatría’ que genera la no paz, las rupturas entre generaciones, entre pueblos, entre culturas, entre poblaciones ricas y pobres, entre masculino y femenino, entre economía y ética, entre humanidad y medio ambiente”.
A continuación, el Papa explicó que “otro elemento típico de la educación es el de ser un movimiento de equipo. Nunca es la acción de una sola persona o institución”.
“La declaración conciliar Gravissimum educationis afirma que la escuela ‘constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, cívica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana’”, recordó.
El Papa también destacó que la constitución apostólica Ex corde Ecclesiae, “que este año celebra el trigésimo aniversario de su promulgación, afirma que ‘la Universidad Católica persigue sus propios objetivos también mediante el esfuerzo por formar una comunidad auténticamente humana, animada por el espíritu de Cristo’”, y “toda universidad está llamada a ser una ‘comunidad de estudio, de investigación y de formación” como señala la constitución apostólica Veritatis Gaudium”.
Finalmente el Pontífice agradeció a los asistentes “por el trabajo que hacen con dedicación cada día. Invoco sobre vosotros los dones del Espíritu Santo para que les dé fortaleza en vuestro delicado ministerio en favor de la educación”.