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PROGRAMADA PARA EL ÉXITO

LA HERMANA MARY KENNETH KELLER: EL MODELO DE TRABAJO DE LAS MUJERES EN LOS CAMPOS STEM

By CATHI DOUGLAS     6/25/2019

Hoy en día es imperativo animar a las mujeres jóvenes a entrar en los campos STEM —para potenciar su trabajo en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM, por sus sigas en inglés).

Una de las pioneras que rompió por primera vez la barrera del género en el competitivo y acelerado mundo de las computadoras fue, tal vez sorprendentemente, una hermana católica. 

La Hermana Mary Kenneth Keller, una Hermana de la Caridad de la Santísima Virgen María, en 1965 se convirtió en la primera mujer de los Estados Unidos en obtener un doctorado en ciencias de la computación. Su legado es una inspiración continua para las mujeres que eligen estudiar y trabajar en campos tradicionalmente dominados por los hombres.

Incluso antes de obtener su título de la Universidad de Wisconsin-Madison, ayudó a implementar el lenguaje de programación BASIC, bajo la dirección de John G. Kemeny y Thomas E. Kurtz.

La hermana Keller creía en el poder de las computadoras para abrir las puertas de la educación superior a las mujeres. Al matricularse en la Universidad de Wisconsin-Madison, desarrolló un equipo de enseñanza que fomentaba los estudios de computación de pregrado.

Después de dirigir uno de los primeros programas de computación de la nación en una pequeña universidad por más de 20 años, la Universidad Clarke en Dubuque, Iowa, ahora cuenta con el Centro de Computación y Servicios de Información Keller, que proporciona acceso a computadoras al personal, los profesores y los estudiantes, y donde ella fue su primera presidenta.

Desde el principio de su carrera, la Hermana Keller fue defensora de los estudios de la mujer en los campos científico y técnico. Ayudó a establecer la Asociación de Pequeños Usuarios de Computadoras en la Educación y escribió cuatro libros en el campo de la informática.

En 1975, señaló proféticamente, “no hemos utilizado plenamente el ordenador como la mayor herramienta interdisciplinaria que se ha inventado hasta la fecha”.

De hecho, la hermana Keller creía que las computadoras ayudarían a que la gente fuera más inteligente y los animarían a pensar por sí mismos. “Por primera vez, ahora podemos simular mecánicamente el proceso cognitivo”, dijo. “Podemos hacer estudios de inteligencia artificial. Más allá de eso, este mecanismo [la computadora] puede ser utilizado para ayudar a los seres humanos en el aprendizaje.

“A medida que vayamos teniendo más estudiantes maduros y en mayor número a medida que pase el tiempo, este tipo de enseñanza probablemente será cada vez más importante”.

Además, la hermana Keller anticipó la creciente importancia de las computadoras para las bibliotecas. “Su función en la recuperación de información la convertirá en el centro de las bibliotecas del mañana”, señaló.

La hermana Keller nació en Ohio en 1914, ingresó a las Hermanas de la Caridad en 1932 y emitió sus votos en 1940. Ella apoyaba a las madres trabajadoras, animándolas a traer a sus bebés con ellas a clase si era necesario.

A pesar de la creencia generalizada de que las mujeres pertenecen al hogar y no al lugar de trabajo, cree que las mujeres pueden desempeñar un papel importante en el avance de la ciencia.

Hay mucho que aprender del ejemplo de la Hermana Keller. Reconociendo su éxito pionero en el mundo de los hombres, las mujeres de hoy pueden anticipar lugares de trabajo que acogen cada vez más sus valiosas contribuciones en ciencias, matemáticas y tecnología.