From the Bishop

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS EN EL SEÑOR

By EL REVERENDÍSIMO KEVIN W. VANN, OBISPO DE LA DIÓCESIS DE ORANGE     9/3/2020

 

PERMÍTANME comenzar agra-deciendo a todos ustedes por sus extraordinarios esfuerzos durante uno de los momentos más difíciles en la historia de la humani-dad, mientras respondemos a los efectos de la pandemia de COVID-19.

Nuestras oraciones están con todos ustedes y con aquellos que han sido afectados por enfermedades, pérdida de vidas, pérdida de trabajos y la pérdida de lo que nos une como familias y comunidades de fe. Tengan la seguridad de mis oraciones diarias y que el Espíritu Santo continúe inspirándonos cada día, al tiempo que oramos por los afectados y por aquellos en la investigación médica tratan de en-contrar un camino a seguir para mostrar-lo a nuestras comunidades y el mundo.

Con gran tristeza que les escribo hoy en respuesta a un artículo que apareció en la edición del 26 de agosto de 2020 de LA Timesque insinúa falsamente que despedí a miembros de la Junta Direc-tiva de la Fundación Católica de Orange (OCF) porque no permití el uso de fondos de OCF para pagar demandas relaciona-das con abuso sexual.

Declaro y que conste, que tales insinu-aciones son completamente falsas y sin fundamento. Para ser claros, en ningún momento yo nunca siquiera sugeriría que cualquier fondo, sin restricciones o en una dotación restringida, sea otorgado por la Fundación Católica de Orange a la Diócesis para ser utilizado para cualquier litigio, o para otros propósitos distintos de lo que pretendía el donante.

La OCF ha sido y sigue siendo una Junta y una fundación fiduciaria e inde-pendiente. La Junta supervisa al Director Ejecutivo y todas las funciones, desde la contratación y despidos de todo el personal y consultores.

También aprueba el presupuesto anual. Tiene un comité de auditoría y un comité de inversiones para garantizar la supervisión indepen-diente tanto de los gastos como de las inversiones y desembolsos patrimonia-les, según lo indique la intención del donante.

La Orange Catholic Foundation es, siempre ha sido y seguirá siendo una fundación 501 (c) (3) sin fines de lucro que se rige por sus propios estatutos y por las leyes del estado de California.

Además, tiene en la Iglesia Católica la condición de persona jurídica privada, autónoma, piadosa, “ordenada con un fin acorde con la misión de la Iglesia y que trasciende el fin de las personas” (canon 114 § 1 del Código de Derecho Canónico).

Como tal, la OCF actúa para cumplir con la filosofía, el propósito y los objetivos de la misión de la OCF, sus prioridades y objetivos de recaudación de fondos, y lo hace en apoyo de la Diócesis de Orange, su misión, ministerios, párrocos, parro-quias y escuelas. En pocas palabras, OCF es una fundación independiente desde el punto de vista legal y canónico.

Recientemente, ejercí mi autoridad como Ordinario reemplazando a muchos de quienes sirvieron en la Junta Directiva de OCF y se nombró una nueva Junta, el 19 de junio de 2020.

Con discernimiento y oración, nombré a los siguientes nuevos miembros de la Junta para dirigir OCF hacia adelante.

Sr. Tom Greeley, Presidente de la JuntaSr. Richard Crawford, Vicepresidente de la JuntaSr. Mark Doyle, SecretarioSr. Michael Murphy, Tesorero y Presi-dente del Comité de Auditoría Reverendo Edward Becker, Párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Guada-lupe, La Habra Reverendísimo E. Scott Borgman, J.C.D., Vicario Judicial, Diócesis de OrangeSra.

Mary Brunson, Iglesia St. Thomas More, Irvine Sra. Lucy Dunn, Iglesia St. Elizabeth Ann Seton, Irvine Sra. Susan Strader, Iglesia Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Newport Beach Reverendo Boa Quoc Thai, Párroco, Iglesia de Santa Cecilia, Tustin James F. Normandin, Director interi-no, Orange Catholic Foundation Reverendísimo Kevin W. Vann, Diócesis de Orange El nuevo Patronato ha comenzado a actuar inmediatamente sobre una serie de iniciativas que han necesitado una atención centrada durante algún tiempo y los miembros están creando un plan estratégico para la Fundación.

Sí señalo que durante muchos meses había estado pidiendo a ciertos miembros de la Di-rección y Liderazgo Ejecutivo de la OCF que prepararan dicho plan estratégico, pero no se elaboró tal plan.

Otra reunión de la Junta está programada para el 16 de septiembre, y la Junta buscará lograr un propósito común, una alineación estratégica y el cumplimiento de la filosofía, el propósito y los objetivos de la misión de la OCF y de las prioridades de recaudación de fondos que apoyarán a nuestra Diócesis.

La Junta también ha iniciado la búsqueda de un Director Ejecutivo per-manente; se están realizando entrevis-tas y se están identificando candidatos calificados. Señalo que, durante muchos meses, había estado pidiendo a la Di-rección y Liderazgo Ejecutivo de la OCF que seleccionara un Director Ejecutivo permanente, pero no se consiguió a nin-guno.

La Junta también revisó y aprobó la Auditoría de la Fundación Católica de Orange, que fue completada recien-temente por Withum Smith y Brown LP, nuevamente, todo como parte de la independencia y supervisión independi-ente de la Fundación.

También se han hecho afirmaciones sobre mí, sobre nuestro Director Fi-nanciero y otros que apoyan la Oficina del Obispo y la Diócesis y quiero ser aún más claro: en ningún momento ha habido un caso de incumplimiento de las responsabilidades fiduciarias, irregularidades de cualquier tipo, o que se haya actuado fuera de las políticas y procedimientos o regulaciones según lo ordenado por la ley civil o canónica en la administración de la Diócesis de Orange o en su relación con la Fun-dación Católica de Orange.

Además, respetamos y honramos la intención de los donantes en todos los asuntos, sigui-endo cuidadosamente los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA), así como el Código de Derecho Canónico, especialmente en lo que re-specta a la administración y supervisión de bienes temporales (Libro V).

Finalmente, me complace informar que, con el apoyo total de los párrocos, OCF está ayudando con la transición de las funciones administrativas de la Apelación de Servicios Pastorales (PSA) anual a las parroquias y la Diócesis. Hasta la fecha, incluso en estos tiempos difíciles, PSA está en aproximadamente el 90 por ciento de su objetivo, un éxito tremendo según cualquier estándar.

Nuestro agradecimiento a todos ustedes que han contribuido con tanta generos-idad a las Apelaciones Servicios Pasto-rales de las Parroquias. Nunca se ha da por sentado.