Mundo

‘QUIERO SER COMO JESÚS’

ALLEN PHU RELATA SU CONVERSIÓN AL CATOLICISMO Y LA BENDICIÓN DE LA FE ENCONTRADA EN CRISTO

By JORGE LUIS MACÍAS     5/9/2016

Allen Phu es un terapista del sistema respiratorio en un hospital de Orange, CA, donde conoció a su novia María Trasher, quien, de manera indirecta influyó en su determinación por convertirse al Catolicismo.

“Desde hace dos años iba a la Misa con mi novia, pero no entendía los mensajes del Evangelio”, dice Allen. “Yo solamente quería que ella fuera feliz a mi lado”.

Phu, de 38 años de edad dijo que nunca profesó el budismo, porque sus padres no se lo enseñaron y su encuentro con la religión comenzó cuando su novia lo invitó a ir a Misa cada domingo.

“Al principio estaba renuente”, cuenta. “Pero quería hacerla feliz, así que acabé yendo con ella”.

Allen no sabía mucho sobre religión.

Un día comenzó a ver en Discovery Channel la serie sobre la “Historia de la Biblia”. Y comenzó a compartir con María sus observaciones.

Cuando terminó la serie, Allen recuerda que dijo en voz alta: “¿Por qué no todos creen en Jesús”? ¡La evidencia de que es el Hijo de Dios está ahí!

Fue en ese instante que comenzó a estar interesado en conocer a Dios y aumento su interés y preguntas sobre el Catolicismo.

María le comentó que había un programa del Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos en la Catedral de la Sagrada Familia, en la ciudad de Orange, CA.

“Así empezó todo”, dijo Allen, quien fue bautizado como Católico el sábado 26 de marzo, por el Monseñor Douglas Cook, Rector de la Catedral de la Sagrada Familia.

Allen ahora comulga cada domingo. Está aprendiendo a rezar el Santo Rosario, y ha aprendido algo importante: que Dios es un Dios de perdón, de amor y misericordia.

“Él envió a su Hijo amado para que muriera por nosotros”, afirma Allen. “Me regocija saber que en la Iglesia Católica se habla siempre de perdón y de mucho amor… Eso es lo que siempre he buscado para mí y para mi pareja…Hoy más que nunca quiero ser como Jesús e ir al cielo”.

Phu reconoce que ahora, como Católico, está llamado a la santidad.

“Yo también quiero ser santo”, dijo. “Haré lo mejor que pueda, porque Jesucristo lo es todo… Él es todo para mí. Me enseña que, si yo creo en Él, voy a tener la posibilidad de alcanzar la vida eterna”.

Justamente, durante la fiesta de Santo Tomás, Allen escuchó el Evangelio de San Juan 20, 24-29, donde Tomás, uno de los doce discípulos, expresa su incredulidad ante la manifestación de Cristo resucitado de entre los muertos, porque él no estaba con ellos.

“Hemos visto al Señor”, le dijeron a Tomás. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”, dice la Palabra de Dios.

“Yo era como Tomás, pero ahora me siento un creyente pleno”, dijo Allen. “Yo busqué la respuesta de mi vida y la hallé en Cristo; como a Tomás, me brinda la paz… Todos deberían de conocer a Cristo, la bendición de la fe es para todos; aun para nosotros que estamos a casi dos mil años de la jornada iniciada por los apóstoles”.

En junio próximo, Allen y María serán padres de una niña, a quien pondrán como nombre Abigail. Han escogido ese nombre porque su significado proviene de las palabras en hebreo “ab”, que significa padre y “gyil” que es la alegría, que podría traducirse como “la alegría del padre”.

Una alegría que Allen ha encontrado en Jesucristo.