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SALVADA DE METER EL PIE EN EL LODO

UN MISIONERO RESPONSABLE NO OLVIDA QUE SU SERVICIO ES A CRISTO JESÚS, AFIRMA LA JOVEN PREDICADORA IVONNE RODRÍGUEZ

By JORGE LUIS MACÍAS     11/14/2018

Ivonne Rodríguez nació en Jiquilpan, Hidalgo (México) y a sus 24 años de edad ya representa una gran influencia positiva en la vida espiritual de los jóvenes católicos de Estados Unidos.

Feligrés en la parroquia San Bernardo de Claraval, en Dallas, Texas, la predicadora define que su trabajo como misionera laica bautizada es cumplir la voluntad de Dios, conocer su Palabra, crecer espiritualmente y obedecer a los líderes de la Iglesia.

“Ser misionero es tener responsabilidad y caminar en la luz”, dijo Ivonne, quien participó en el XXXII Encuentro Interdiocesano 2018 “Misioneros Del Evangelio” de la Asociación Jóvenes para Cristo/Young Adults for Christ (AJPC/YAFC).  “Tienes que tener un estilo de vida ejemplar y salir al encuentro de los demás; pero a veces somos desobedientes a Dios, a pesar de que conocemos las promesas de su Palabra”.

Por lo tanto, la joven católica dijo a miles de creyentes congregados en el Centro de Convenciones de Ontario, que ser misionero “es ser responsable y caminar en la luz, porque generalmente, a los líderes se nos olvida que, a quien servimos y seguimos es a Jesucristo”.

Expresó que los cristianos dejan de ser misioneros cuando retornan al pecado, debido a la falta de oración, de crecimiento y de perseverancia en el amor
a Dios.

“Cuando no estamos bien armados volvemos a lo mismo de donde estábamos anteriormente”, expresó.

Ivonne Rodríguez comenzó su conversión hacia Dios cuando apenas tenía 14 años.

Fue a un retiro de iniciación de Jóvenes para Cristo en la comunidad de sus padres: Francisco y Cristina Rodríguez.

Ella había pedido a Dios “Que hiciera conmigo lo que Él quisiera y se lo tomó en serio”.

“Dios ha sido muy bueno conmigo porque no permitió que yo cayera en algún vicio, sino que llevara una vida con Él y en Él”, aseguró. “No permitió que metiera el pie en el lodo”.

Valoró que los mejores regalos que Dios le ha dado han sido su familia, ir a misa, la oración, la convivencia y el compartimiento similar como la primera comunidad cristiana que acudía a
la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.

“Por eso, el mundo muere por la falta de Dios”, afirmó. “Si supiera que es la vida no moriría; el secreto de la vida tiene que ser un abandono total en Dios porque si uno depende de sus propias capacidades no se puede nada…un abandono a Dios como san Pio de Pietrelcina [su santo predilecto] porque él quería padecer por Cristo y yo quiero ser como él totalmente, no solo en la Iglesia sino en el sufrimiento”.

Ivonne manifestó que desea convertirse en maestra y consejera de estudiantes de preparatoria. Actualmente estudia en el colegio comunitario Eastfield, desde donde pretende transferirse a la Universidad del Norte de Texas (UTN), en Dallas.

el obispo freyer narra una sanación sin explicación para la ciencia

Durante la misa de clausura del XXXII Encuentro Interdiocesano 2018  de los Jóvenes para Cristo, Monseñor Tim Freyer, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Orange aseguró en su homilía que la Palabra de Jesús se cumple cuando dijo: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo…” (Juan 6: 51-58).

Y narró que recibió una invitación para ver un documental de una chica de la Diócesis de Orange, estudiante del grado 10 en una escuela local. La niña sufría de problemas en su columna vertebral y siempre tenía fuertes dolores, hasta que un día no podía hacer nada “para llegar a Cristo” y comulgar.

“Un maestro sugirió a la familia que pidieran oración por la niña y cuando estaban alabando a Dios en familia, ella sintió algo raro en su columna y notó que no tenía dolor y que el Señor estaba sanándola”, contó el Obispo. “Los médicos dijeron que no podían remover el aparato que servía para que la niña pudiera caminar, pero ella comenzó a moverse sola, sin tener dolor y a caminar; y uno de sus pies que estaba 2 pulgadas más corto que el otro se emparejó”.

El Obispo indicó que, muchas veces estamos acostumbrados a hablar y no orar con una fuerte fe, y se requiere “estar convencidos que el Señor nos ama con todo su corazón para que tengamos vida y en abundancia”.

“El milagro más grande está en la Eucaristía, y san Juan nos repite que Cristo es el pan que ha bajado del cielo y nos espera para que caminemos con él hacia la tierra prometida”.