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¿SERá MI HIJO EL PRóXIMO…?

¿Pianista virtuoso? ¿Campeón del Masters? ¿Premio Nobel? La experimentación y el estímulo de los padres serán vitales

By JENNA JONES     10/22/2015

Ala edad de 6 años, Walfgang Amadeus Mozart comenzó a escribir composiciones musicales. Bobby Fisher ganó el Campeonato Mundial de Ajedrez a los 14 años. A los 13 años, Marjorie Gestring ganó una medalla de oro olímpica de clavados desde un trampolín de 3 metros.

Algunos niños encuentran sus talentos a una edad muy temprana y sobresalen tan notablemente que reciben elogios como “prodigios” y “genios”. Pero, ¿qué pasa con los niños que aún no han descubierto sus pasiones?

Un documento publicado en el 2014 por la Oficina del Censo de Estados Unidos informó que el 57 por ciento de los niños entre las edades de 6 a 17 años dedican tiempo a al menos una actividad extracurricular. Alrededor del 35 por ciento de los niños participan en deportes, y el resto participan en clubes o están involucrados en música, idiomas, arte o clases de baile.

Ya sea que un niño(a) esté aprendiendo la primera posición en una clase de ballet o cómo afinar un violín, los padres pueden ayudar a sus hijos a dominar sus habilidades e incluso enfrentar los desafíos.

El crear un ambiente estimulante y de apoyo es clave para ayudar a los niños a descubrir su talento, de acuerdo con Stephanie Reich, profesora asociada en la Facultad de Educación en la Universidad de California en Irvine (UCI).

“Los padres siempre serán importantes, y si los padres transmiten constantemente que están presentes para sus hijos siempre será beneficioso”, explicó Reich, cuya investigación se centra en el desarrollo infantil, crianza de los hijos y el impacto de los medios de comunicación en las familias. “El saber que se es importante y amado es algo que nunca pasara de moda”.

La introducción de una actividad nueva a un niño tiene mejores resultados a través de lo que Reich llama “niveles”. Es la idea de que se provee más apoyo e instrucción práctica al principio del aprendizaje de una nueva habilidad o actividad y, después se disminuye lentamente. Reich utiliza las clases de natación como ejemplo. Los niños comienzan en la parte menos profunda con la ayuda de los adultos y después aprenden gradualmente a independizarse hasta que pueden nadar completamente por su cuenta.

Y sólo porque un niño no logra el éxito inmediatamente, o se frustra en las etapas de aprendizaje, no significa necesariamente que es hora de rendirse. “El fracaso es esencial para el aprendizaje y los pequeños fracasos son normales cuando se aprende algo nuevo”, dice Reich. “Los niños y los adultos suelen enfrentar un cierto nivel de fracaso como algo interesante y atractivo”.

Reich dice que es importante reconocer el fracaso de un niño. Ella aconseja hacer preguntas abiertas a los niños para mejorar sus objetivos, como: “¿Cómo crees que te fue?, ¿qué se pudo hacer diferente?, ¿qué podrías hacer para ir más rápido?”

También es importante centrarse en las metas a largo plazo en lugar de buscar elogios por ganar. “Las metas de desempeño se basan en la idea que se quiere quedar bien delante de otra persona o que no quiere quedar mal”, dice Reich. “Las metas de dominio hacen que quieran dominar sus metas, sin importar el resultado. Son el resultado de la verdadera motivación que logra que los niños sigan intentándolo”.

Para aquellos padres que buscan introducir una amplia gama de actividades para sus hijos, para que ellos indaguen en qué les gustaría sobresalir, Reich aconseja considerar la naturaleza y temperamento del niño(a).

“Hay ciertos tipos de personalidades que son aptos para ciertos tipos de actividades”, dice Reich. “Si su hijo(a) no es muy coordinado, puede ser que la gimnasia no sea una opción adecuada. Si no son muy orientados a los detalles, puede ser que un instrumento de cuerdas finas no sea uno de sus talentos, pero se puede encontrar una alternativa que les convenga”.

Incluso si sus hijos no son el próximo Mozart, aprender una nueva habilidad puede resultar beneficioso. Un estudio publicado por la Universidad de Toronto en Mississauga encontró que los niños de 6 años que tomaron clases de piano y voz semanalmente contaban con un ligero aumento del índice de inteligencia. El grupo de trabajo interinstitucional sobre el desarrollo del deporte y la paz de las Naciones Unidas encontró que los niños que practican en deportes mejoran sus habilidades motoras y funciones cognitivas.

Cualquiera que sea el camino que los lleve a descubrir su pasión, indica Reich, es imperativo que los padres presten mucha atención y ser una fuente constante de apoyo. Agrega, que “cuando está presentando una actividad nueva a un niño, siempre es útil animarles a no rendirse y seguir intentándolo”.