Un total de 548 ordenaciones sacerdotales y 3,546 hombres fueron matriculados en seminarios de postgrado en los Estados Unidos en 2016, informó el Rev. Lucas Ballman durante la 49ª Convocación Anual de la Federación Nacional de Consejos Sacerdotales, celebrada del 24-27 abril en Anaheim.
En su informe sobre el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones (CCLV) de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), el Rev. Ballman dijo que el 66% de los sacerdotes ordenados eran caucásicos, 14% hispanos y el resto de otras etnias. El 30% de ellos nacieron en países extranjeros como Colombia, México, Filipinas, Nigeria, Polonia y Vietnam, con una edad promedio de 32 años.
Sin embargo, en los últimos 46 años ha descendido en 22,000 la cantidad total de sacerdotes en Estados Unidos. En 1970 había un sacerdote por cada 800 Católicos. Ese número se ha duplicado con un sacerdote para cada 1,800 feligreses en 2016.
Ballman dijo que una de las muchas misiones del clero y la vida consagrada es “alentar a los sacerdotes para encontrar profundamente la misericordia del Señor en sus propias vidas (por ejemplo, en la confesión y en la dirección espiritual) e inspirarlos a extender la misericordia del Señor como confesores y directores espirituales” e hizo alusión al pasaje bíblico del Evangelio de San Juan 4:10 “Si conocieras el don de Dios…”.
más feligreses por
cada sacerdote
A nivel global, datos del Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA) de la Universidad Georgetown muestran que la cifra de feligreses por cada sacerdote Católico ha aumentado. La cifra aumentó de 1,985 a 3,126 entre 1980 y 2012.
El reporte de CARA indica, además, que en 1970 en Estados Unidos había 59,192 sacerdotes y casi medio siglo después, un total de 37,192.
El Reverendo Oby Zunmas, de la Diócesis de Oklahoma City dijo a OC Catholic que en su comunidad eclesial todos rezan a Dios porque envíe más obreros y el Señor suscite nuevas y santas vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada.
“No es cuestión que las familias no tienen hijos que ofrecerle a Dios”, dijo el padre Zunmas, nacido en Nigeria. “Yo estoy en una parroquia donde el 80 o 90% son hispanos y puede ser que no haya vocaciones porque algunos [feligreses] no tienen documentos legales para residir en Estados Unidos] y no pueden entrar al seminario porque la Iglesia no los acepta”.
El sacerdote analizó que, en un seno familiar donde no hay una gran educación de los padres y no se promueven los valores cristianos es difícil que surjan nuevas vocaciones al sacerdocio o a la vida consagrada.
“Muchos papás quieren que sus hijos sean como ellos, rancheros, trabajando en la jardinería o la construcción, no terminan la secundaria o la preparatoria y no sacan buenas calificaciones para ir a la universidad”, dijo. “En la Diócesis de Oklahoma, si un candidato tiene bajas calificaciones no lo aceptan”.
“como la miel atrae
a las abejas…”
El padre Fabián Moncada Benavides, quien hizo sus estudios teológicos en el seminario Juan Pablo II de St. Paul, Minneapolis, manifestó que la crisis de vocaciones sacerdotales en los Estados Unidos le lleva personalmente a serios cuestionamientos: “¿Cuál ha sido mi testimonio como sacerdote? ¿Cuál ha sido mi testimonio dentro del Iglesia? ¿He logrado que muchos se acerquen o se alejen?”
La crisis vocacional de Estados Unidos se ha atribuido al materialismo de la cultura, a la falta de castidad y al pequeño tamaño familiar.
Pero entre esta realidad, la docena de diócesis con la proporción más alta de seminaristas católicos, según las estadísticas publicadas en la edición 2004 del Directorio Católico Oficial, son: Lincoln, Nebraska; Yakima Washington; Savannah, Georgia; Cheyenne, Wyoming; Rapid City, Dakota del Sur; Wichita, Kansas; Tulsa, Oklahoma; Alejandría, Luisiana; Pensacola-Tallahassee, Florida; Steubenville, Ohio; Spokane, Washington; y Bismarck, Dakota del Norte.
La diócesis de Orange, liderada por el Reverendísimo Obispo Kevin Vann y el Obispo Auxiliar, Timothy Freyer que es la décima más grande diócesis en Estados Unidos y la segunda más grande al Oeste del Mississippi, está conformada por 263 sacerdotes, entre diocesanos y de órdenes religiosas. Ellos atienden a 1.3 millones de Católicos en 57 parroquias.
La Arquidiócesis de Los Ángeles, que es la diócesis más grande de los Estados Unidos, registra una población Católica de 4 millones. Con 1,051 sacerdotes diocesanos y religiosos combinados, la arquidiócesis tiene un sacerdote por cada 3,833 católicos – más del doble de la tasa nacional.
En la Arquidiócesis de Nueva York, la segunda diócesis más grande del país, hay una población católica de 2.6 millones y 1,198 sacerdotes diocesanos y religiosos, lo que significa que hay un sacerdote por cada 2,205 católicos.
“Hay necesidad de promover el sacerdocio; todas las vocaciones necesitan visibilidad y modelos de santidad”, apuntó el padre Oby Zunmas. “Necesitamos decirle al mundo y a las familias que la sociedad moderna solamente está promoviendo la vida temporal y no la eterna”.