CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — Un obispo católico y el portavoz de Cáritas en México dijeron el país está enfrentando una situación extremadamente grave a raíz del terremoto del 19 de septiembre y que será necesaria mucha ayuda.
“La situación es bastante complicada porque se tenía el primer temblor (el 7 de septiembre) que había afectado a miles de personas en Chiapas y en Oaxaca. La ayuda continúa llegando desde la iglesia a esas diócesis afectadas, pero con lo sucedido ayer, se está haciendo una reevaluación de la situación de emergencia para hacer una diagnóstica más precisa de la ayuda que se necesita”.
Todas las diócesis en México están recolectando alimentos, agua y otros artículos de primera necesidad para las víctimas de los terremotos, dijo Arciniega. Agregó que están buscando apoyo económico dentro y fuera del país.
“Sabemos que es una situación seria y se requiere ayuda internacional”, le dijo Arciniega a Catholic News Service.
“Rehabilitación and reconstrucción sobre todo va a tardar y va a costar mucho”, agregó. “Son miles de personas las que se quedaron sin hogar y muchos templos que han sido dañados”.
El terremoto de magnitud 7.1 que ocurrió el 19 de septiembre no fue tan fuerte como el sismo anterior de magnitud 8.1, pero el segundo tuvo epicentro en el estado de Puebla, al sudeste de Ciudad de México, en comparación al otro en el Océano Pacífico. Arciniega dijo que Ciudad de México y los estados de Puebla y Morelos fueron los más afectados por este segundo movimiento telúrico.
Arciniega compartió el audio de una entrevista con el obispo Ramón Castro Castro de Cuernavaca, en el estado de Morelos.
El prelado reportó “muchos muertos,” y “muchos templos” dañados. Informó que una iglesia de la época colonial colapsó, pero agregó que “milagrosamente, los sacerdotes pudieron escapar y están a salvo”.
El obispo Castro dijo que las parroquias en su diócesis han estado recolectando artículos para enviar a las víctimas del terremoto del 7 de septiembre en Chiapas y Oaxaca. Ahora esos artículos, si no fueron destruidos por el terremoto del 19 de septiembre, serán utilizados localmente, pero no será suficiente, según dijo el obispo.
Igualmente comentó que un sacerdote fue llevado al hospital con heridas graves, después de que su iglesia colapsó, y otro fue rescatado entre las ruinas.
“Hay muchísima solidaridad, gracias a Dios, pero es insuficiente. Es un desastre bastante fuerte”, dijo el obispo Castro.
La asistencia económica es importante para “personas que han quedado sin casa, que han quedado sin nada, absolutamente nada”, dijo.
“Yo me dispongo ahora a recorrer las partes más dañadas a tratar de llevar un mensaje de ánimo, de esperanza”, detalló.
Arciniega, quien estaba en Oaxaca al momento de la entrevista con CNS, dijo que el terremoto del 19 de septiembre se sintió allí, pero aparentemente no causó daños.
“La población (en el sur) está preocupada de que la asistencia se detenga porque las cámaras y los noticieros están enfocándose en Ciudad de México. Hay miedo de que la ayuda merme y el énfasis sea en el centro del país”, dijo.
Agregó que estaba lloviendo en Tehuantepec, un sector de Oaxaca afectado por el primer terremoto.
“Esto complica más la situación de las viviendas. No sólo se derrumbaron las casas, sino que ahora está lloviendo, así que las personas están en refugios y necesitan alimentos. Están estableciendo cocinas comunitarias, mientras nosotros continuamos evaluando cuánto la diócesis puede hacer para ayudarse a sí misma y requerir asistencia de otras diócesis y de otros países”.