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SU MADRE LO ABANDONÓ Y MARÍA LO RESCATÓ

“NO PUEDO HABLAR DE CRISTO SIN TENER A LA MADRE”, DICE EDWIN ESTRADA; EL AMOR DE LA VIRGEN LO HIZO REGRESAR A LA IGLESIA CATÓLICA

By JORGE LUIS MACÍAS     2/4/2020

Edwin Estrada tenía apenas 5 años cuando su madre biológica lo abandonó junto con sus hermanas, en Mazatenango, Guatemala. 

“La vida fue muy dura con nosotros”, dice este hombre de 47 años. “Mi padre nunca nos habló mal de ella, pero nos dijo que se había ido con otro hombre”. 

Edwin recuerda que, después del abandono, su padre, Edgar Estrada, llevó a una madrastra a su casa. La mujer los golpeaba, insultaba y los maltrataba. 

“Yo era quien defendía a mis hermanas”, dice. “Ellas siempre me buscaban para un consejo y ahora que tienen 50 años o más lo siguen haciendo”. 

Aquella mujer pretendió inculcarle la fe de los mormones, pero en su corazón no concebía la idea de escuchar hablar de Cristo y que se negara a su madre. 

Años después, Edwin regresó a la Iglesia Católica. En su anhelo por buscar a Cristo se dio cuenta que con los mormones no era el lugar adecuado. 

“Yo no entendía su religión y sentía que no podía olvidarme de la Iglesia Católica”, dijo. “Cuando pasaba frente a la parroquia de mi pueblo le pedía perdón a la Virgen porque allá [con los mormones] no la podía alabar ni podía hablar de ella”. 

Descubrió que estaba confundido en la fe. No sabía si estaba mal pedir perdón a la virgen por andar en otra religión. 

La necesidad de una madre le hizo aferrarse a María y ella fue su consuelo. Su padre le contó que su madre biológica los abandonó y se fue con otro hombre. 

“Aunque yo me fui a otra iglesia, por fe creo que Jesucristo usó a María para que yo regresara a la Iglesia Católica”, dijo. “Me pasó algo como lo que Cristo le dijo al apóstol Juan, ‘ahí tienes a tu madre’ (Juan 19: 26-27). Si una madre me abandonó, el amor de santa María de Guadalupe me rescató como su hijo”. 

Aunque se retiró de la iglesia a los 30 años, nunca dejó de ir a misa y ahora que ha vuelto, Edwin siente el amor mariano. Es una persona diferente, llena de alegría. 

Dice que, si buscó a Cristo en otra religión, no podía sacarse de la mente a la Virgen. Y no entendía el porqué. 

“Ahora sé que la plenitud de la vida, que es Cristo, está en el vientre de María; ahora que he vuelto me ha llegado la perseverancia en la fe y a creer firmemente que estoy en la barca de Cristo, y por eso doy testimonio. Quien diga que María no es la madre de nosotros, entonces no le puedo decir a Jesús que es mi Señor. No puedo hablar de Cristo sin tener a la madre”. 

UN FAVOR DE LA VIRGEN PARA SU PADRE 

Maribel Martínez era una mujer católica de “costumbre”. Sentía que con solo ir cada ocho días a misa ya cumplía con su deber cristiano. 

Su devoción por la Virgen de Guadalupe comenzó cuando, a su padre le detectaron cáncer de pulmón. 

En 2001, los médicos que lo atendían dijeron que el señor sería sometido a sesiones de radiación y quimioterapias para extirparle el cáncer. 

“Nos dijeron que, debido a la edad de mi padre, quizás el no aguantaría el tratamiento y que se podría acabar muy pronto”, contó Maribel. 

Ella pidió a la Virgen que intercediera por su padre. Su padre vomitaba y sangraba de la nariz por el tratamiento.

“Mis hermanas y yo estábamos asustadas y yo le dije a la virgencita que llevaría a mi padre a la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México”, recordó. 

Maribel no tenía documentos legales para vivir en Estados Unidos, pero cumplió su promesa. Fue a su natal Zacatecas y llevó a su padre a la Basílica. 

Tras la visita al santuario, el tumor que tiene su padre no se ha movido. Cada seis meses visita a su médico en Ciudad Juárez, Chihuahua. 

A su padre le habían dado solamente un año de vida. 

Maribel contó que su cuñado Jesús Noe Silva, murió en 2015 de cáncer de pulmón. Sus familiares eran de una religión distinta a la católica. 

“No tenían siquiera ni una imagen de Cristo, y mucho menos de la Virgen, pero yo le regalé una imagen de María Rosa Mística”, dijo. “Mi cuñado murió, pero sanó espiritualmente; él se fue enamorado de la Virgen, siendo que su mamá era de otra religión”.