El “Testimonio de la Misericordia” fue un testimonio vivo de la solidaridad en el servicio a los demás.
El evento de la Diócesis de Orange, que tuvo lugar el sábado 16 de noviembre, mostró a unos 800 participantes locales las maneras aparentemente ilimitadas en que pueden ayudar a las personas y familias menos afortunadas. El evento fue una extensión lógica de la dedicación de la Catedral de Cristo en julio, dicen los organizadores, porque mostró poderosamente cómo la Iglesia Católica está dedicada al servicio y la justicia.
“Todas las agencias involucradas trabajan con los pobres y vulnerables de alguna manera”, señala Greg Walgenbach, director de la Oficina de Vida, Justicia y Paz de la diócesis. “Juntos celebramos el servicio y la justicia y damos gracias a Dios, regocijándonos por la gran obra de servicio y justicia de estas agencias en nuestros vecindarios”.
Ministerios y grupos que se enfocan en los temas del hambre, la falta de vivienda, las mujeres con embarazos inesperados, el tráfico de personas, la inmigración, el cuidado de crianza, la salud mental y más, fueron representados por organizaciones como la Agencia de Servicios Sociales del Condado de Orange, los Servicios Católicos de Ayuda, el Ministerio de Detención de la Diócesis de Orange, Human Options, Mercy House, San Vicente de Paúl, CalOptima, el Ejército de Salvación, el Centro de Vida de La Habra, NAMI, la Salud de San José y otros.
Cada uno de nosotros se encuentra en el espectro de algún tipo de discapacidad, añade Walgenbach, por lo que dar a los llamados “pobres” es nuestra oportunidad para detener las crisis de necesidad que vemos en nosotros mismos y en nuestras comunidades.
“Aunque la dedicación en julio marcó el reconocimiento formal de la Catedral de Cristo, este evento muestra que somos un lugar de alcance a los pobres y marginados”, señala la hermana Katherine `Kit’ Gray, quien sirve como directora de Integración Misionera y Formación Continua de la catedral.
“Este evento responde a la pregunta de cómo nosotros como comunidad vivimos nuestra misión de ser testigos de la misericordia mientras satisfacemos las necesidades de la humanidad a través de nuestra espiritualidad y servicio”.
En sus palabras de bienvenida, monseñor Kevin Vann exhortó a los participantes en el evento a “ir y proclamar el Evangelio, el corazón de nuestra fe, y dar esperanza a los pobres, lo que es especialmente importante en tiempos como estos”.
“Espero que este día nos inspire para que nadie tenga que caminar solo” en su momento de necesidad, añade.
La oradora principal, Kimberly Mazyck, gerente principal de Compromiso y Extensión Educativa de Catholic Charities USA, desafía a los invitados a difundir la paz y la justicia entre los pobres y las personas más vulnerables de la sociedad.
Al compartir el almuerzo con los voluntarios de la parroquia, Mazyck —una autoproclamada ‘foodie’— señala que disfrutar de una comida juntos “nos ofrece la oportunidad de compartirnos a nosotros mismos, de dejar de lado los artificios y de tener conversaciones que nos invitan a hacer bien este trabajo”.
Añade que el vasto campus de la Catedral de Cristo proporcionó un lugar perfecto para el “Testimonio de la Misericordia”, que comenzó con un servicio de oración y el discurso principal de Mazyck, seguido del almuerzo servido bajo una serie de tiendas de campaña y concluyó con la apertura de cabinas de organizaciones con ministerios y grupos comprometidos con la justicia social, el cambio y el servicio.
“Tener este lugar es una buena manera de construir comunidad”, dice Mazyck. “La mayoría de las iglesias no están bendecidas con este tipo de campus espacioso. Hoy lo estamos aprovechando al máximo”.
El “Testimonio de la Misericordia” es significativo, dice el padre Christopher Smith, vicario parroquial y rector de la Catedral de Cristo, porque los católicos deben tener la mentalidad de proporcionar siempre apoyo, alimento y esperanza a los necesitados. “Debemos ser ese faro de luz que nos impulsa a dar y servir a nuestras comunidades.”
En representación de Hábitat para la Humanidad del Condado de Orange, Esmeralda Figueroa dice que el evento subrayó la importancia de crear conciencia sobre temas sociales como la falta de vivienda y la pobreza.
“Las familias de bajos ingresos y trabajadoras del Condado de Orange están trabajando para construir casas para sí mismas y para otros a través de los programas de Hábitat”, explica Figueroa. “Cada familia paga el 30 por ciento de sus ingresos por una casa, y luego puede ahorrar para otros gastos, como dinero para que sus hijos asistan a la universidad”.
Brigid Noonan, presidenta del Consejo de San Vicente de Paúl del Condado de Orange y miembro de la parroquia de la Catedral de la Sagrada Familia, dice que el evento “Testimonio de la Misericordia” le permite a su organización educar a los asistentes sobre los muchos aspectos de la sociedad que la mayoría de la gente no conoce.
“Fomentamos el crecimiento de nuestra espiritualidad a través del servicio de los miembros a los demás”, señala Luke Thelen, miembro de la Iglesia de San Joaquín y funcionario de la Sociedad. “El servicio es sólo uno de los elementos de nuestra sociedad, y estamos felices de tener esta oportunidad de educar e iluminar a la gente que quiera involucrarse”.
Katie Dawson, directora de la Oficina Diocesana de Evangelización Parroquial y Formación de la Fe, dice que “Testigo de la Misericordia” subrayó el lugar de la Catedral de Cristo como un signo de crecimiento cristiano y de unidad en Cristo.
“La Catedral de Cristo es el lugar donde podemos vivir nuestra misión como cristianos”, dice. “Este evento en sí mismo es un signo de la fecundidad que buscamos en nuestras vidas y una oportunidad práctica para poner en práctica nuestro compromiso de servir a los demás”.