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TRUMP EXAMINA PROTOTIPOS PARA MURO FRONTERIZO

By RHINA GUIDOS, CATHOLIC NEWS SERVICE     3/20/2018

WASHINGTON (CNS) — El día que se celebró el quinto aniversario de la elección de un papa que ha pedido a los demás que construyan “puentes, no muros”, el presidente de Estados Unidos visitó el sur de California para ver prototipos de un muro que él prometió construir en la frontera con México.

“El estado de California nos está suplicando construir muros en ciertas zonas. Nadie les dice eso a ustedes”, dijo el presidente Donald Trump el 13 de marzo mientras visitaba posibles modelos del muro en San Diego.

El presidente dijo que quería un muro transparente para que las autoridades puedan ver lo que está pasando en el otro lado y que la estructura desanimaría a personas queriendo cruzar.

El muro fue una promesa importante durante la campaña presidencial del republicano, quien dijo que México pagaría por la estructura que se espera que cueste miles de millones. El gobierno de México se ha burlado de la idea de pagar por el muro, por lo que el presidente en vez ha estado pidiéndole al Congreso que apruebe $18,000 millones en dinero de fondos públicos para financiar la fase inicial, diciendo que es un asunto de seguridad.

“Si no tenemos un sistema de muros no vamos a tener un país”, dijo Trump durante la visita.

Los que apoyan al presidente y la construcción del muro salieron a mostrar su apoyo durante la visita, pero manifestantes también expresaron sus opiniones. Muchos se reunieron en la iglesia católica Our Lady of Mount Carmel en San Ysidro, cerca de la frontera, según el periódico Los Ángeles Times.

Otros, como el obispo Robert W. McElroy de San Diego, emitieron comunicados diciendo que el muro es un símbolo de división. Él tuvo palabras distintas para el muro que el presidente ha llamado “bello”.

“Es un día triste para nuestro país cuando cambiamos el majestuoso simbolismo, lleno de esperanza, de la Estatua de la Libertad, por un muro ineficaz y grotesco, que muestra e inflama las divisiones étnicas y culturales” que durante mucho tiempo han estado bajo la superficie en el país, dijo el obispo McElroy después de la visita del presidente a los prototipos.

“Nuestra fe está en el Dios que es el padre de todos nosotros, y que nos impulsa a ver a Jesús mismo en los inmigrantes y refugiados que buscan seguridad y libertad”, dijo el obispo.

Muchos grupos católicos, incluyendo la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) y el papa Francisco, se han opuesto al muro.

El obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, presidente del Comité sobre Migración de la USCCB, el 27 de enero ha expresado su oposición al muro.

“Esta acción pondrá en peligro las vidas de muchos inmigrantes innecesariamente. La construcción de tal muro solo hará que los inmigrantes, especialmente mujeres y niños vulnerables, sean más susceptibles a los traficantes y contrabandistas”, dijo.

“El muro es una promesa que hizo durante la campaña, pero no es una solución realística al reto de la migración irregular”, dijo Kevin Appleby, director de política internacional de migración del Center for Migration Studies, con sede en Nueva York. “Es una propuesta que busca un problema, ya que cruzar la frontera se ha reducido considerablemente y debe continuar reduciéndose en el futuro”.

Un grupo de obispos latinos de Estados Unidos visitó en enero el muro de separación de Israel, que divide el Jerusalén Este del Oeste, así como comunidades palestinas, judías y musulmanas.

Trump ha dicho que ha basado su idea para el muro de la frontera con México en el que Israel construyó. Algunos de los prototipos, altas barreras de cemento, se parecen el muro de separación en Israel, el cual en el lado occidental de Jerusalén tiene un mural de Trump satíricamente diciendo: “Te voy a construir un hermano”, refiriéndose al muro que quiere construir en la frontera con México.

Durante la visita al muro de Israel, el obispo auxiliar Eusebio Elizondo de Seattle dijo el 21 de enero que “los muros no pueden traer ningún aspecto positivo a ningún país. La imagen es muy negativa. ‘Estoy manteniéndote fuera de mi vida’. Crea más aislamiento y resentimiento. Hace imposible ver al otro”.

El obispo auxiliar J. Arturo Cepeda de Detroit, quien también estuvo presente en la visita a Tierra Santa, dijo que el muro evita que las personas “vean a las demás como personas humanas”.

“Si no podemos ver al otro como persona humana no estamos entendiendo el punto de quiénes somos”, dijo el obispo Cepeda, explicando que Estados Unidos está experimentando retos parecidos. “El mensaje es que esto se trata de personas, es una crisis humana … el reto es cuál es la manera más eficaz para comunicar esto. Esto es una crisis humana. En nuestro (país) estamos enfrentando una crisis humana muy, muy dura, que es nuestros inmigrantes. Es una crisis terrible”.

Días antes que el presidente visitara California, el obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, habló con congresistas en Washington oponiéndose al financiamiento del muro y dijo que los políticos deben dejar de causar divisiones entre las comunidades que viven en la frontera.

Él dijo que los políticos deben dejar de destruir las comunidades fronterizas, presentando la frontera como un lugar de conflicto cuando en el pasado había sido un lugar para que las familias estuvieran unidas y para el encuentro de comunidades de dos países fuera posible. El año pasado él emitió una carta pastoral diciendo que la seguridad del país no puede usarse como “pretexto para construir muros y cerrarle la puerta a los inmigrantes y refugiados”.

“Soy pastor de una diócesis divida por muros y puntos de seguridad que separan a individuos de sus seres queridos. Soy obispo de un rebaño temeroso” que cuando ven las luces de las patrullas policíacas en el espejo del automóvil se preguntan si este es un paseo familiar o si será el último, él escribió en la carta pastoral emitida en julio de 2017.

“Soy padre espiritual de miles de agentes de la Patrulla Fronteriza y de ICE (autoridades de inmigración) que ponen en riesgo sus vidas para contener la corriente de armas y de drogas y de los que las llevan”, añadió el obispo Seitz. “Muchos agentes tienen cargos de consciencia por la retórica política divisoria y las nuevas órdenes que vienen de Washington, D.C.”.