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UNA GUÍA DE NUESTRA FE

LA SANTA BIBLIA SE CONVIERTE EN UN MANUAL Y MAPA DE LA FE CATÓLICA

By MALIE HUDSON     6/24/2016

La Iglesia enseña que la Biblia es la base fundamental de la fe católica porque Dios revela la verdad a través de las escrituras y de la iglesia. Pero es difícil de creer hoy en día que la Iglesia Católica alguna vez desalentó la lectura de la Biblia.

“A partir del Concilio Vaticano II, a mediados de la década de 1960, sin duda hemos redescubierto la importancia del uso directo o más directo de la Biblia”, dice el padre Felix Just, SJ, director del Instituto Loyola para la Espiritualidad y el Catholic Bible Institute Program de la Diócesis de Orange.

La iglesia siempre ha utilizado la Biblia en la liturgia; la misa y todos los sacramentos se basan en la Biblia. Se ha incluido lecturas de las escrituras de los últimos 2,000 años y, aunque antes del Concilio Vaticano II, esas lecturas eran proclamadas en latín.

“Debido al uso del latín, la mayoría de las personas no entendían las lecturas y por desgracia a muchos católicos se les dijo que no leyeran la Biblia”, explica el padre Just. “Eso fue por desgracia la mentalidad general, aunque no la enseñanza oficial de la iglesia. Lo que se transmitió como creencia general fue que la Biblia era demasiado peligrosa para leerla por su cuenta, por tanto, no debería tomarse la molestia de leerla. Mientras que, desde la década de 1960, hemos dicho que no es así. Todo el mundo debe leerla”.

Hay varias etapas en la formación de la Biblia. La primera es la de los propios eventos que conforman los periodos del Viejo y Nuevo Testamento, la participación de los patriarcas, profetas, Jesús y los apóstoles. La segunda etapa es la tradición oral, en la que las enseñanzas de Moisés y Jesús y los relatos de los eventos se transmitieron por primera vez en forma oral durante varias décadas o incluso siglos.

El padre James Heft, SM, presidente del Instituto de Estudios Avanzados Católicos de la Universidad del Sur de California (USC), dijo que a menudo le preguntan ¿cómo podemos estar seguros que los evangelios y otras escrituras son exactos?

“Debido a que se basa en una tradición oral, y no tenemos ninguna cultura oral hoy en día”, explica el padre Heft. “Buscamos cosas en el internet; no tenemos por qué recordar las cosas. Mientras que las personas de esa época no tenían acceso al internet o una biblioteca, por lo que encontraron maneras de contar historias que fueran memorables y que podrían repetirse de generación en generación con una gran exactitud, continuidad y precisión de lo que podamos imaginar en nuestra propia cultura”.

La tercera etapa importante es cuando por primera vez se compusieron los escritos individuales. La etapa final es cuando todos esos escritos fueron recogidos en dos grandes libros —el Antiguo y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento se recopiló mucho antes, en unos pocos siglos antes de Jesús, mientras que los libros y las cartas del Nuevo Testamento fueron escritos en la segunda mitad del siglo I; y sin embargo tomó otros cuantos siglos para que la iglesia decidiera cuáles escritos cristianos serían considerados bíblicos. El resultado es la colección del Nuevo Testamento que se añadió a la colección del Viejo Testamento para crear la Biblia completa como la iglesia la ha conservado durante siglos.

“Lo que es interesante es que los rabinos y los líderes cristianos tuvieron la misma necesidad, más o menos en el mismo momento de la historia, de formar una colección oficial”, dice el padre Heft. “En medio del siglo II y a principios del siglo III, los líderes de la iglesia enfrentaban varias herejías, principalmente el gnosticismo, y lo que los líderes de la iglesia consideraron fue la necesidad de decir: ‘estos son los libros auténticos, estos son los que representan fielmente lo que Jesús enseñó y lo que Jesús representó’. Y así es como finalmente se formó el canon, la colección que conforma el Nuevo Testamento, de la necesidad de proteger la enseñanza auténtica”.

“No hay criterios escritos conocidos que expliquen cómo los líderes de la iglesia de los primos siglos determinaron cuáles libros incluir”, dice el padre Just. “Pero los académicos dirían que había cuatro criterios principales que utilizaron los líderes de la iglesia de los primeros siglos”.

En primer lugar, el origen apostólico en el que todos los escritos del Nuevo Testamento están conectados de alguna manera a la primera generación de apóstoles de Jesús. La segunda es que tiene un uso litúrgico.

“No eran solamente escritos que eran leídos por los académicos o los obispos”, explica el padre Just. “Pero en realidad eran proclamados cuando la iglesia se reunía para las liturgias semanales”.

El tercer criterio es la aceptación universal, en el sentido de que todas las iglesias de los alrededores del Mar Mediterráneo de finales del siglo tercero y cuarto, finalmente, llegaron a un acuerdo sobre cuáles libros deberían incluirse. Así que los 27 libros del Nuevo Testamento fueron finalmente aceptados por todos a finales del siglo IV. El cuarto criterio es que el mensaje debía ser consistente, lo que significaba que presentaba a Jesús en más o menos la misma manera.

“Hay muchos otros de los primeros escritos cristianos que presentan a Jesús como algo tan divino que no era en realidad humano, y otros que lo presentan tan humano, que no es realmente divino”, explica el padre Just. “Mientras que todos los 27 escritos que fueron aceptados en el Nuevo Testamento realmente presentan a Jesús tanto humano como nosotros, y también divino como el Hijo de Dios. El Nuevo Testamento es exactamente el mismo para todos los cristianos de todo el mundo, con la excepción de talvez algunos cultos de aquí y allá, pero el 99 por ciento de los cristianos aceptan los 27 libros del Nuevo Testamento”.

La Biblia puede ser una lectura complicada para la persona sin entrenamiento. Hay pasajes en la Biblia que son muy difíciles de entender o fácil de mal interpretar si uno no conoce las lenguas y culturas antiguas.

“Necesitamos leer y estudiar la Biblia cuidadosamente”, recomienda el padre Just. “Necesitamos leer la Biblia con oración, con la ayuda del Espíritu de Dios, para que nos ayude a entender lo que Dios está tratando de decirnos a través de las escrituras. Y es importante leer con humildad. La Biblia pertenece a toda la Iglesia y una sola persona no debe ser tan orgulloso de pensar que tiene la única interpretación correcta, mejor que la de cualquier otra persona. Necesitamos leer la Biblia junto con la comunidad que llamamos Iglesia”.