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UNA VISITA SANTA

UN GRUPO DE TURISTAS DE LA IGLESIA SAN TIMOTEO EN LAGUNA NIGUEL HIZO UNA PEREGRINACIÓN A LOURDES

By LESLIE BERKMAN     6/23/2016

Antes de un alba del mes pasado, un sacerdote y un grupo de 12 feligreses, incluida yo misma, de la iglesia católica San Timoteo en Laguna Niguel abordaron un autobús en LAX y después un largo vuelo. El destino era España, y después seguimos a Lourdes.

Estábamos un poco nerviosos por la apretada agenda que dejaba pocas horas de sueño, pero nos dio la oportunidad de conocer una buena parte del país mayormente responsable por exportar el catolicismo al nuevo mundo. En nueve días —aparte de los dos entre aeropuertos y vuelos de escala— viajamos en bus 1,600 millas, empezando en Madrid y con paradas en Sevilla, Córdoba, Granada, Valencia, Montserrat, Barcelona y Lourdes.

En una cena previa al viaje, el padre Loc Tran, que había organizado la excursión, dijo que esto no sería una romería tradicional limitada a santuarios católicos. El itinerario también se planeó para incluir a las importantes contribuciones que los musulmanes hicieron a la civilización europea después que los árabes emigraron desde África hasta el sur de España en el año 711. El padre Loc señaló que el siglo 8 en España fue notable porque fue una era en que los judíos, musulmanes y cristianos convivieron en relativa paz.

Visitamos el Alcázar de Servilla, construido originalmente en el siglo 10 para los gobernadores del estado musulmán local, y luego se expandió bajo el rey cristiano Petro I, por lo que refleja tradiciones musulmanas y cristianas. En Granada, caminamos a través de los arcos, columnas, fuentes ornamentales y jardines de la Alhambra, el palacio real que fue el último bastión de los moros en Europa. Nuestro guía nos dijo que, si bien la bella simetría parecía perfecta, los constructores musulmanes siempre permitían un ligero defecto por respeto a Dios, el único que puede hacer las cosas perfectas.

La historia de España también está, por supuesto, impregnada de cristianismo. Los cristianos con frecuencia tomaban control de las mezquitas musulmanas y las transformaban en lugares para el culto cristiano después que los musulmanes fueron finalmente expulsados de España en 1492.

Varios en el viaje dijeron que se conmovieron al ver a las multitudes reverentemente visitando los sitios históricos cristianos. En la basílica de Montserrat, en lo alto de una gama impresionante de cimas de piedra, esperamos en línea para besar el orbe de la tierra en manos de la pequeña Virgen Morena de madera y escuchamos el famoso coro de niños de la cercana abadía benedictina.

Con la compañía de un sacerdote que celebró misas privadas para nosotros en las históricas iglesias a lo largo del recorrido, los sitios turísticos se convirtieron en algo personal. Después de una misa en la capilla detrás de la Virgen Morena, las parejas en el viaje reanudaron sus votos matrimoniales. La ocasión marcó un recuerdo especial para Rafael y Julita Lugo, quien ese día celebraban su 42 aniversario de bodas.

“Yo diría que este fue el mejor aniversario. Eso nunca sucederá de nuevo”, dijo Julita.

Jim Wayda, un convertido al catolicismo, dijo que aprecia el contar con otras personas con quien orar en sitios sagrados. Cuando viaje con grupos seculares, dijo, “tal vez tres o cuatro personas rezan de un grupo de 30”.

El denominador común en este viaje fue el padre Loc, quien todos conocían a través de la iglesia de San Timoteo. Había sido reasignado a otra iglesia el año anterior, por lo que para él, el viaje fue una reunión con amigos que él había invitado. Pero la mayoría de nosotros no nos conocíamos al inicio del viaje, lo que nos dio la oportunidad de forjar nuevas amistades que podríamos continuar al regreso a casa.

“Los he visto a todos ustedes en la iglesia, pero no sabía sus nombres”, dijo Sharon Suffecool, otra miembro del tour en nuestra reunión introductoria.

No todo salió a la perfección. Se tuvieron que hacer algunas llamadas para que el grupo pudiera entrar en la magnífica basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, que se encuentra en construcción, después de enterarnos que el recorrido preestablecido se detenía frente a las puertas de la iglesia.

Celebramos misa en la cripta de la iglesia, al lado de la tumba de Antonio Gaudí Cornet, el arquitecto que dedicó los últimos 43 años de su vida a la iglesia de múltiples cúpulas y que se considera su obra maestra. Oramos por los trabajadores de la construcción para que cumplan con su objetivo de completar la estructura en el 2026, el 100 aniversario de la muerte de Gaudí.

Durante el recorrido, el padre Loc con frecuencia empezaba a cantar. En Granada cantó en vietnamita un homenaje al amor de una madre en honor a mayo como el mes de María. En un contexto más jocoso, cuando alguien se preocupaba en voz alta sobre la falta de tiempo, cantaba uno o dos versos de “Qué será, qué será”, sacando algunas sonrisas.

El último tramo del viaje nos llevó a través de los Pirineos a Lourdes en Francia. La visita a Lourdes se anticipó desde el primer día de nuestro viaje con oraciones diarias de un novenario que hacíamos en el autobús en nombre de Nuestra Señora de Lourdes.

Una vez en Lourdes, visitamos la pequeña habitación donde la familia de Bernadette, incluyendo a dos hermanos y una hermana, vivió durante el tiempo en que la Virgen se apareció a Bernadette y se presentó como la Inmaculada Concepción. Vimos la gruta donde se produjeron las visiones y tomamos un baño en el agua fría que se dice ha producido curaciones milagrosas para las personas de fe.

Se unieron a nosotros personas de muchas naciones, incluyendo un gran contingente de hombres y mujeres jóvenes que pertenecen a organizaciones militares en toda Europa, que estaban en una peregrinación a Lourdes. Una multitud multinacional encendió velas al caer la noche y rezó el Ave María en una secuencia de idiomas mientras caminaban en procesión detrás de las banderas de su país de origen.

“Hubo muchos momentos inolvidables en el viaje, pero el mejor fue Lourdes. Parecía tan espiritual con la gruta, la procesión y las misas”, dijo Douglas Asunción, que estuvo acompañado por su esposa Milagros, una sobreviviente de cáncer. “Esa fue la razón por la que participamos en el tour, por Lourdes, y no nos decepcionó”.