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“VI UN SUEÑO…”

LAS ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA SOBRE LOS SUEÑOS Y LAS VISIONES

By GWEN HENNESSEY     4/17/2017

“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” Mateo 1 20.

El sueño de José podría ser considerado como el más famoso de todos. Sin embargo, Dios envió a José dos sueños más, y desde luego, él no es la única figura bíblica en encontrarse con lo sobrenatural en sus sueños.

“En las Escrituras, Dios usó los sueños y las visiones para comunicarse con su pueblo y revelar la Voluntad del Padre y el plan de amor para toda la humanidad”, explica el Dr. Anthony Lilles, decano académico en el Seminario de San Juan en Camarillo (California). Los sueños ocurren durante las horas de dormir, y las visiones son encuentros en la mente mientras se está despierto.

En el Antiguo Testamento, el pacto de Dios con Abraham fue revelado en una visión, donde se le recordó a Abraham que tendría un hijo varón y sería el padre de muchas naciones. Además, en el Antiguo Testamento, José interpretó sus sueños mientras era esclavo en Egipto, y en el Libro de Daniel, él tuvo muchos sueños y visiones que revelaron el futuro de Israel. El Libro de Apocalipsis es toda una visión registrada por Juan.

Pero, hoy en día, ¿qué es lo que la Iglesia enseña acerca de los sueños y las visiones?

Revelaciones públicas vs privadas

La teología católica considera a las revelaciones en sueños y las visiones de dos formas distintas: Las revelaciones públicas y las revelaciones privadas. La Iglesia enseña que toda revelación pública en las Escrituras y la tradición es vinculante a los cristianos a través de todas las edades. La Iglesia Católica también establece que todas las revelaciones públicas terminaron con la muerte del último apóstol, Juan, y que estarán cerradas hasta la segunda venida de Cristo.

“La economía cristiana, por lo tanto, ya que es la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; y ninguna nueva revelación pública se ha de esperar antes de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. —Catecismo de la Iglesia Católica, 66.

La Iglesia enseña que las revelaciones privadas continúan hasta nuestros días, pero solo es vinculante para la persona que la experimentó. También debe ser coherente con lo que ya ha sido revelado en las Escrituras, la tradición y el cuerpo docente de la Iglesia, dice el padre Troy Schneider, STL, vicario parroquial en la Catedral de la Sagrada Familia en Orange. “Solo hay una verdad, y ninguna verdad nueva”, dice el padre Schneider. “Cualquier revelación privada debe acercarlo más a Dios”.

“A lo largo de los siglos ha existido lo que se ha llamado ‘revelaciones privadas’, algunas de las cuales han sido reconocidas por las autoridades de la Iglesia. Sin embargo, ellas no pertenecen al repositorio de la fe. No es su papel el de mejorar o completar la revelación definitiva de Cristo, sino el ayudar a vivirla más plenamente en un período específico de la historia. —Catecismo de la Iglesia Católica, 67.

“Las revelaciones privadas no añaden nada al contenido de lo que Dios ha revelado a través de la escritura y la tradición”, dice el doctor Lilles. “Ellas se dirigen a la forma en que uno vive el plan de Dios aquí y ahora, en la vida diaria”.

Sin embargo, hay casos de revelación privada que sirven para edificar la Iglesia, tales como las visiones de Santa Teresa de Calcuta, o la Madre Teresa, cuyas revelaciones privadas de Dios para que sirvieran a los más pobres entre los pobres “se convirtieron en un hermoso mensaje a la totalidad de la humanidad”, explica el doctor Lilles.

Pero la Iglesia también advierte de los sueños y las visiones que podrían no provenir de Dios. San Juan de la Cruz escribe que es casi imposible interpretar estos sueños y visiones por cuenta propia, y que uno debe conversar con un guía espiritual o confesor para ayudar en el discernimiento, agrega el doctor Lilles.

“En la revelación privada, siempre que usted responde a la voluntad de Dios en su vida, el Padre hace algo hermoso para usted personalmente, y a veces, para el mundo entero”.