Lo primero que Angel Ellingboe me dijo cuando le pregunté por qué ha decidido recientemente convertirse al catolicismo a los 54 años fue: “Me sentí muy bienvenida”.
Criada en un hogar lleno de amor con dos padres comprometidos, que la bautizaron en la Iglesia Metodista a la que asistió a la mayor parte de su vida, Angel fue recientemente introducida a la fe católica a través de sus cuidadores que atienden la Iglesia de los Santos Simón y Judas en Huntington Beach.
“Crecí en la Iglesia Metodista”, dijo Ellingboe. “Y he ido a las iglesias metodistas durante la mayor parte de mi vida … pero no iba a salir de la iglesia a la que yo quisiera”. Añadió que hace varios años hubo un cambio de ministros y, dijo, “yo no podía conectarme [con ellos]. Así que dejé de ir”.
Sus cuidadores, que habían dejado de asistir a su propia iglesia Católica por un tiempo, le dijeron que estaban listos para volver. Ellingboe preguntó si podía asistir con ellos. Ese fue el comienzo de su nueva vida como Católica.
¿Qué fue lo que la atrajo a la fe? ¿Qué es lo que vio con ojos frescos del “exterior” que la inspiró a convertirse en una Católica?
“Es la sensación que tuve de estar en Misa”, dijo Ellingboe. “Me gusta la reverencia y cómo es muy seria, y, sin embargo, a veces puede ser muy ligera, lo cual está bien, también”, continuó Ellingboe. “Me gusta la rutina. Yo estaba muy atraída por tener la Comunión cada vez que iba a misa. Siempre he sabido lo que es y para qué es, pero parece que los Católicos ven la Comunión como una parte integral de la adoración. A mí, me ayuda a permanecer más cerca de Dios”.
Otra razón de su interés: “Realmente, realmente me gusta nuestro Papa”, dijo Ellingboe. “Ese es otro factor que me atrajo, nuestro Papa actual. Me gusta la forma su forma en que es humanista y me gusta lo que él representa. Me gusta el hecho de que la Iglesia Católica tiene sus posiciones sobre temas sociales, porque creo que alguien necesita hacerlo”.
Su viaje al Catolicismo comenzó hace 18 meses cuando empezó el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA), donde ella y otras 20 personas aprendieron acerca de la Eucaristía, la Escritura, la organización de la Iglesia y de los santos, nuevos conceptos para Ellingboe.
Cuando llegó el momento de la confirmación, Ellingboe seleccionó a Annette Carrozzo como su madrina. “Considero a Annette una amiga muy cercana y siempre he sabido que su fe es fuerte”.
Ella eligió Santa Luisa de Marillac como su nombre de confirmación. “Ella trabajó con San Vicente de Paul y ella es santa patrona de los trabajadores sociales”, dijo. Angel trabaja como trabajadora social clínica.
Plenamente iniciada en la fe, Ellingboe dice que le encanta ir a Misa. “No quiero perderme la Misa; como que no pasa nada si me olvido”, dijo. “Es como, ¡wow!, esta semana ha pasado y es domingo. No tengo el deseo de dormir. Es como ‘¡Vamos, levántate y ve!’”.
Gracias, Angel, por inspirarnos a hacer lo mismo.