Mundo

¿CONOCÍAS LAS FRASES DE ESTOS SANTOS EN HONOR A LA VIRGEN MARÍA?

5/26/2021

Redacción Central (ACI Prensa) – Desde el inicio del cristianismo, los santos han dejado notables frases que explican la importancia de la Virgen María como modelo a seguir en la historia de la salvación.

A continuación, varias frases de santos famosos sobre la Madre de Dios.

1. San Juan Pablo II

“Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre”, es una de las frases sobre María del Papa de la familia.

2. San Agustín de Hipona

“María fue bienaventurada, porque, antes de dar a luz a su maestro, lo llevó en su seno. María es dichosa también porque escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo”, dijo el Padre y Doctor de la Iglesia.

3. San Francisco de Asís

“Dios os salve, María, Madre de Dios. En vos está y estuvo todo la plenitud de la gracia y todo bien”, dijo el fundador de los Franciscanos.

4. San Maximiliano Kolbe

“Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús”.

5. Santa Teresa de Calcuta

“La grandeza de María reside en su humildad. Jesús, quien vivió en estrechísimo contacto con ella, parecía querer que nosotros aprendiéramos de él y de ella una lección solamente: ser mansos y humildes de corazón”.

6. San Pío de Pietrelcina

“Cuando se pasa ante una imagen de la Virgen hay que decir: Te saludo, María. Saluda a Jesús de mi parte”, dijo el santo de los estigmas.

7. Santa Teresa de Lisieux

“Con la práctica fiel de las virtudes más humildes y sencillas, has hecho Madre mía, visible a todos el camino recto del Cielo”, dijo la Doctora de la Iglesia y Patrona de las misiones.

8. San Juan Bosco

“La devoción y el amor a María Santísima es una gran protección y un arma poderosa contra las asechanzas del demonio”, dijo el gran propagador de la devoción a María Auxiliadora.

9. Santa Teresa de Jesús

“Gran cosa es lo que agrada a Nuestro Señor cualquier servicio que se haga a su Madre”, mística y Doctora de la Iglesia.

10. San Juan María Vianney (Cura de Ars)

“Si yo no tuviera a la Madre de Dios que me defiende a cada paso de los peligros del alma, ya habría caído el poder de Satanás”.

11. San Buenaventura

“No temen tanto los soldados un copioso ejército de enemigos como teme el poder del infierno al oír el nombre de María”.

12. San Alfonso María de Ligorio,

“El Eterno se enamoró de vuestra incomparable hermosura, con tanta fuerza, que se hizo como desprenderse del seno del Padre y escoger esas virginales entrañas para hacerse Hijo vuestro. ¿Y yo, gusanillo de la tierra, no he de amaros? Sí, dulcísima Madre mía, quiero arder en vuestro amor y propongo exhortar a otros a que os amen también”, son las palabras del Doctor de la Iglesia y patrono de confesores y moralistas.

11. San Luis María Griñón de Monfort

“A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace devoto de la Virgen María”, dijo en una ocasión el autor de varios libros marianos entre los que se encuentra el Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María.

12. San Bernardo de Claraval

“Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: ¡invoca a María!”, dijo este Doctor de la Iglesia.

13. San Ireneo

“El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; lo que ató la virgen Eva por la incredulidad, la virgen María lo desató por la fe”, es una de las frases de este Padre de la Iglesia de los primeros siglos que combatió herejías.

14. Santa Teresa de los Andes

“María, eres la Madre del Universo. ¿Quién no se anima al verte tan tierna, tan compasiva, a descubrir sus íntimos tormentos? Si es pecador, tus caricias lo enternecen. Si es tu fiel devoto, tu presencia solamente enciende la llama viva del amor divino”, dijo la carmelita descalza latinoamericana.

15. San Josemaría Escrivá de Balaguer

“Antes, solo, no podías. Ahora, has acudido a la señora, y, con ella, ¡qué fácil!”.