“Sean mis discípulos. Si no son ustedes, entonces quién…” es la declaración de la misión de la iglesia Santa María del Mar de Huntington Beach.
Esta pequeña comunidad católica de fe, esperanza y amor celebró la conclusión de la aventura llamada “Proyecto de Legado”. Este proyecto permitió la renovación y la consagración de la parroquia, por parte del Rev. Obispo Kevin Vann, de la Diócesis Católica Romana de Orange.
Santa María del Mar tiene una larga historia. En 1905 fue una iglesia misionera de la parroquia de San José en Santa Ana. Luego, en 1912, la Misión se convirtió en la parroquia de Santa María en la Diócesis de Monterey-Los Ángeles. Cuando se estableció la Diócesis de Orange en 1976, la parroquia se convirtió oficialmente en la iglesia católica Santa María del Mar.
“Esta iglesia se erigió como un signo especial de la Iglesia peregrina en la tierra y refleja la Iglesia que vive en el cielo … un signo y símbolo de las realidades celestiales”, dijo el párroco Rev. Quang Vinh Chu. “Por lo tanto, es apropiado que se dedicara al Señor con un rito solemne, de acuerdo con la antigua costumbre de la Iglesia”.
Durante su primera visita pastoral en 2013, el obispo Kevin Vann bendijo el nuevo órgano de la iglesia.
En dicha ocasión, el máximo jerarca de la iglesia católica en Orange quedó impresionado con la parroquia y sus feligreses.
E hizo un comentario al padre Quang: “Usted podría mover el Tabernáculo al centro, pero tómese su tiempo”.
El padre Quang lo pensó y puso en oración aquel comentario. Era preciso mover el Tabernáculo al centro del Altar y, al mismo tiempo, mantener la reverencia por el espacio sagrado y la norma litúrgica.
“Para llegar a la renovación final se necesitó de paciencia y de la fe para lograr los cambios; no he sido yo sino Dios y la voluntad de la gente”, dijo el obispo Kevin Vann, quien ofició la misa de bendición de las obras, junto con los sacerdotes Darrin Merlino, Pascal Nguyen, John Block y Martin Tran. “También siempre es mejor el planeamiento y la generosidad de la gente. Es ahora un legado para las nuevas generaciones”.
Con el esfuerzo y cooperación de los miembros de la familia parroquial se concluyeron diversas obras requeridas por el padre Quang: sustitución de techos con tejas de serie duradera; aislamiento rígido para el control del clima; reemplazo de alfombras con pisos de mármol; reemplazo y refuerzo de tubería bajo altar; baño de cumplimiento de la ley para personas con discapacidades (ADA) y entrada para personas con discapacidades por el lado derecho del santuario con acceso directo a las bancas.
Además: nuevo carril para la comunión y cojines adicionales; reemplazo completo de muebles según la norma litúrgica; reconstrucción del santuario: reposición del tabernáculo detrás del altar; reemplazo del retablo; nueva lámpara en el altar, ambón y en el santuario; sillas para quien preside el altar y los concelebrantes, y un banco para servidor del altar.
Durante la dedicación de las reliquias, el padre Quang llevó la reliquia de Santa María Goretti al obispo, quien luego la coloco debajo del altar, que está permanentemente sellado en un compartimento especial. Esta parte del ritual conectó a los fieles con la antigua tradición de construir una Iglesia sobre el lugar de enterramiento de un santo.
En la oración de dedicación y la unción del altar, el obispo Vann vertió el aceite del Crisma Sagrado en el centro del altar y en cada uno de sus cuatro ángulos y lo consagró. Era el mismo aceite usado en los bautismos. Marca algo como sagrado o pone algo aparte para servir a Dios.
Posteriormente, el padre Quang y el padre Pascal bendijeron las paredes de la iglesia y las ungieron, firmando con el Crisma Sagrado las cuatro cruces distribuidas a través de la iglesia.
“Los cambios son fabulosos”, valoró Mike Banner, un gerente de negocios involucrado en proyecto. “En cada misa diaria y dominical todos nuestros sentidos estarán puestos en la proclamación del Evangelio y en la Eucaristía”.
“Ahora tenemos una iglesia más acogedora”, opinó Irene Claypool, codirectora del comité de mayordomía de la parroquia. “También tenemos al párroco más dedicado”.
Sin embargo, el más alegre era el Padre Quang quien dijo que la respuesta abrumadora a la invitación para las obras de renovación, con oraciones y apoyo financiero hicieron posible la obra.
“Creo que la razón por la que la gente se sintió atraída a la propuesta fue porque esta comunidad se ha reunido desde hace mucho tiempo para escuchar la Palabra de Dios, orar juntos, recibir los sacramentos y celebrar la Eucaristía”, dijo. “¡Hemos celebrado la misa aquí durante más de 100 años, y esta importante renovación nos asegura que los descendientes podrán celebrar misa aquí durante otros 100 años! ¡Que Dios mire favorablemente a sus hijos y nos bendiga siempre!”.