“Mírate frente a nuestro Dios; Él sabe todo de ti, incluso tus pensamientos no expresados y tu más profunda preocupación. Ponte en frente de Él y entrega tu vida a las manos de Dios. Exponle tus dificultades, tus dudas, tus planes, todo su ser a Dios. Deja que Dios hable en tu corazón. Déjate escuchar su invitación para ti”.
Con esta reflexión frente al Santísimo Sacramento del Altar concluyó la presentación de Monseñor John Urell, párroco de la Iglesia St. Timothy, en Laguna Niguel, durante su conferencia “Viviendo como Discípulos Misioneros”, en la Iglesia del Espíritu Santo de Fountain Valley, el 6 de diciembre.
Este año, la Iglesia celebró el Domingo Catequético el 17 de septiembre de 2017. El tema fue dirigido a aquellos a quienes la comunidad haya designado para servir como catequistas y fueron comisionados a este ministerio.
Cada domingo catequético, de hecho, ha sido una oportunidad para reflexionar sobre el papel que desempeña cada persona, en virtud del bautismo, al transmitir la fe y ser un testigo del Evangelio.
“Dios es siempre fiel; Él siempre está ahí para nosotros”, dijo Bob Novielli, 75, quien pertenece al ministerio de detención y visita a los presos en la cárcel Theo Lacy del condado de Orange. “Somos nosotros quienes nos alejamos de Dios, pero cuando la gente entiende cuanto nos ama Dios y trata de comprender lo que Él hace por nosotros, aun estando detrás de unas rejas, es cuando todo cambia en la vida de los demás como uno mismo como misionero o discípulo”.
Por ello, al inicio de la temporada de Adviento, los feligreses de la Iglesia del Espíritu Santo se congregaron como comunidad de fe en la Iglesia para preparar su alma, mente, espíritu y corazón y comenzar a vivir el misterio de la Encarnación de Cristo, Dios hecho hombre.
“Nos preparamos para trabajar por y para nuestro Señor”, dijo la Hermana Annuncia Thu Mai, LHC. “Han sido momentos para abrir el alma y recordar a cada uno de nosotros que somos Discípulos Misioneros; no necesariamente se necesita ir a otro país para evangelizar y hablar de Cristo”.
conocer la fe, compartir elevangelio
Frente a tal perspectiva, Monseñor John Urell entretejió los Misterios Gozosos del Santo Rosario -que se rezan lunes y sábados-: la Anunciación por el Ángel Gabriel, la Visitacion de María a su prima Santa Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación en el Templo y el Niño perdido hallado en el Templo, junto con la responsabilidad de los católicos de ser Discípulos Misioneros que conocen y viven la fe y comparten con confianza el Evangelio.
“Ustedes y yo somos Discípulos Misioneros”, dijo Monseñor Urell a los feligreses, en su mayoría jóvenes de la comunidad vietnamita. “Mientras preparamos los caminos para la venida del Señor, tenemos que salir y conversar con nuestros hermanos de que Dios es siempre fiel”.
Monseñor Urell, quien fue sacerdote secretario de los ya fallecidos Obispos William R. Johnson y Norman McFarland. Johnson dijo a decenas de niños, jóvenes y adultos que “la sangre de Cristo trae a todos hacia la salvación y, por tanto, como Discípulos Misioneros daremos a conocer lo que se nos ha dado a nosotros”.
Esta labor, de acuerdo con Monseñor Urell debe llevarse y ser celebrada con fe, esperanza y amor, con la alegría del Evangelio que llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús; quienes permiten ser salvados por Él y son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior y el aislamiento.
“¿cómo se recarga un rosario?”
Monseñor Urell destacó que vivir como discípulo misionero requiere conocer a Cristo, tener una relación personal con Él, todos los días, y ello se puede lograr mediante el rezo del Santo Rosario.
“Para mí, el ejemplo más perfecto de un discípulo misionero es María”, reflexionó y contó una anécdota simpática en la que un amigo australiano le regaló un rosario que rezaban sus familiares.
“Esto no ha sido usado por muchos años”, le dijo su amigo a Monseñor Urell. Y le pregunto: ¿Cómo se recarga para que vuelva a funcionar?”.
Pasada la risa de los presentes, Monseñor Urell aconsejó: “No se olviden de rezar el Rosario; es importante que acudan a la lectura asidua de la Biblia…el Evangelio es poderoso y como María, no tengan miedo de decirle sí al Señor en su misión”.