Un hombre, en una iglesia, reza; sus palabras resuenan en su mente:
—Dios, ¿qué he hecho?
La mujer está en la Iglesia, y hace lo mismo:
—No puedo perdonar a Mark, solo quiero olvidarlo.
Esta escena central, rodada dentro de la Iglesia Católica de Nuestra Señora de Guadalupe en La Habra se acerca al final del cortometraje, “Nuestro jardín de rosas”, que está cosechando premios en el circuito de cine de fe e independiente.
Un cuestionamiento del amor, la fidelidad y el poder del perdón, la película de 26 minutos muestra las historias de dos parejas casadas, una luchando contra la infidelidad y la otra contra la enfermedad mental.
Un equipo de esposos, residentes de Orange, hizo la película “Nuestro jardín de rosas”.
Ligia María Storrs Rojas y su esposo, Justin Storrs, comparten la pasión por hacer películas para ayudar a las personas —católicos y no católicos— a ser las mejores versiones de sí mismos y a entender mejor el amor de Dios.
“Soy una narradora”, dijo María Storrs, quien creció en Colombia y conoció a su esposo, que es de Vermont, en CatholicMatch.com. La pareja, que este diciembre celebra su cuarto aniversario, tiene dos hijos pequeños: una hija de dos años y un hijo de 14 meses.
María Storrs es apasionada del cine desde su adolescencia.
“Le pedí a Dios que me ayudara a contar historias para entender su amor”, explicó María, que proviene de una familia de agricultores.
María logró que su marido se interesara en hacer cine después de conocerse. Justin Storrs, de 41 años, coescribió el guion de “Nuestro jardín de rosas”. María dirigió la película. La pareja financió la película, con algunas donaciones.
Ambos son católicos de toda la vida y asisten a la Catedral de Cristo en Garden Grove y Santa Cecilia en Tustin.
María, de 37 años, sirvió como misionera católica durante ocho años en Europa, una experiencia que, según ella, avivó su deseo de contar historias a través de películas.
“Dios creó cada alma con un propósito”, señaló. “Y Él creó la mía para contar historias”.
La creación de “Nuestro jardín de rosas”, filmada en su totalidad en el condado de Orange con actores de Los Ángeles, tomó tres años. El cortometraje, que presenta una pista original de música de salsa, se estrenó a nivel mundial a principios de mayo en Orlando (Florida), donde ganó Mención de Honor al Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Cine y Música Cristianos.
Más recientemente, “Nuestro jardín de rosas” fue nombrada Mejor Película de Fe en el Festival Internacional de Cine Independiente 2018 de Long Beach.
La inspiración para “Nuestro jardín de rosas” llegó por medio de las parejas que los Storrs conocen.
Justin Storrs, que trabaja tiempo completo como experto en bienestar financiero, dijo que el objetivo de la película es subrayar la importancia de resolver los problemas con la persona que elegimos para compartir el resto de nuestras vidas.
“Perdonar no solo es algo que haces por la otra persona, sino también lo haces por ti mismo”, explicó María, quien vivió en Italia por ocho años antes de mudarse a Los Ángeles en el 2012. “El perdón permite convertirse en una mejor versión de uno mismo”.
Justin explicó: “el amor es una decisión que todos tomamos, una elección. Con demasiada frecuencia, las personas se vuelven prisioneras de cómo se sienten en un momento específico”.
Su punto: puede tomar mucho tiempo superar el hecho de que alguien te haga daño, pero las parejas que se adhieren al amor mutuo tienden a fortalecer su matrimonio con los años.
Actualmente María y Justin están trabajando en n largometraje, “Todo es posible”, que cuenta tres historias entrelazadas con personajes que comparten la pasión por la cocina.
Una trama se enfoca en dos hermanas inmigrantes de El Salvador; la otra es sobre una madre embarazada cuyo bebé tiene síndrome de Down; y la tercera historia gira en torno a un hombre con síndrome de Down que está buscando un trabajo para mantener a su familia.
El matrimonio Storr ya terminó el primer borrador de guion y están buscando financiamiento.
Con los elogios que está recibiendo “Nuestro jardín de rosas”, ese objetivo no parece muy lejano para Storrs Production, el nombre de su empresa de producción cinematográfica.
María cuenta con una maestría en Redacción y Producción de Cine y Televisión de la Universidad Católica de Milán. También completó un certificado en cinematografía en la universidad UCLA Extension, y se formó en el Departamento de Edición de Cuentos en la productora italiana Lux Vide.
María tiene dos pasajes bíblicos favoritos que reflejan su pasión por contar historias y actuar.
Una refleja su filosofía de dejarse guiar por el Espíritu Santo, quien a menudo la sorprende, como lo explica María:
“El viento sopla donde quiere; puedes escuchar su sonido, pero no puedes decir de dónde viene ni a dónde va. Así es con todos los que nacen del Espíritu” (Juan 3:8).
Otro pasaje, explica, le ha enseñado sobre la actuación, que lo que se cuenta desde el corazón es lo que cuenta:
“Nada fuera de una persona puede profanarla al entrar en ella. Más bien, es lo que sale de una persona lo que los contamina” (Marcos 7:15).
Para obtener más información sobre “Nuestro jardín de rosas”, visite storrsproductions.com/ourrosegarden.