CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — El endoso del papa Francisco de las marchas profamilia estuvo en los titulares en México, sorprendiendo a personas que vieron los discursos de él en el país en febrero como críticos de una jerarquía conservadora de la iglesia mexicana.
“Hoy el papa Francisco nos ha llenado de alegría, ha dicho unas palabras … para que se sientan animados y confortados todos aquellos que están trabajando en favor de la familia”, dijo el cardenal Norberto Rivera Carrera de Ciudad de México durante una Misa del 25 de septiembre.
El Frente Nacional por la Familia calculó que 215,000 manifestantes, provenientes de todas partes de México, marcharon en Ciudad de México, donde el gobierno municipal está en conflicto con la arquidiócesis, ya que el gobierno ha aprobado leyes de matrimonio gay y de despenalización del aborto durante la última década. Funcionarios locales dijeron que el número de manifestantes era 19,500, mientras un número menor asistió a una contraprotesta que terminó en el icónico monumento del Ángel de la Independencia, el cual funcionarios municipales alumbraron la noche anterior con los colores del arcoíris.
Recitando la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el 25 de septiembre, el papa Francisco dijo: “Me asocio de buena gana a los obispos de México para sostener el compromiso de la iglesia y de la sociedad civil en favor de la familia y de la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo”.
Hablando justo antes de que la noticia fuera emitida sobre el descubrimiento del cuerpo de un tercer sacerdote secuestrado y asesinado en el país, el papa Francisco también dijo: “Y además, aseguro mi oración por el querido pueblo mexicano, para que cese la violencia que en estos días ha golpeado también a algunos sacerdotes”.
El presidente Enrique Peña Nieto presentó en mayo un proyecto legislativo ante el Congreso procurando la aprobación del matrimonio gay en toda la nación, mientras también cambiaría los materiales educativos para incluir representaciones positivas de parejas gay y familias no tradicionales. El propio partido del presidente, que tiene la mayoría en la cámara baja del Congreso, no ha tomado acción en la iniciativa diciendo que el momento no es apropiado para proceder.
En la protesta en Ciudad de México, Eduardo Hernández, de la ciudad, dueño de un puesto de tacos y padre de tres, marchó con un rótulo que leía: “No a la imposición de la ideología de género”.
“La sociedad nunca antes ha protestado como esto porque le están imponiendo esta (iniciativa de matrimonio) a la familia”, él dijo.
“Ellos quieren inculcar estas cosas a nuestros hijos”, dijo Octavio Vázquez, reparador de teléfonos móviles y miembro de la iglesia mormona en el estado central de Hidalgo. “Quiero que mis hijos me den nietos de mi propio linaje, algo que los homosexuales no pueden hacer”.
“La familia es la semilla de la cual crece la sociedad”, dijo Isabel Carrillo, dueña de negocio pequeño y madre de dos. “Si la familia es fuerte, la sociedad lo es también”.
La conferencia episcopal mexicana bendijo la Marcha Nacional por la Familia, que incluyó protestas en más de 100 ciudades el 10 de septiembre y culminó en la marcha en Ciudad de México el 24 de septiembre. Los obispos de algunas ciudades participaron en las protestas, aunque muchas diócesis se quedaron fuera de la organización y solamente prestaron apoyo moral.
“No me atrevería decir que la postura (del Frente Nacional por la Familia) es una mayoría entre los católicos”, dijo Pablo Mijangos y González, historiador del Centro de Investigación y Docencia Económicas. “Creo que es una minoría militante, pero lo suficientemente amplia para tener peso político”.
Algunos católicos cuestionaron porqué el liderato eclesiástico estaba protestando tan activamente contra el matrimonio gay mientras mayormente se mantiene silencioso en cuanto a tales asuntos como el crimen y la corrupción.
“Al decir que el matrimonio gay es una amenaza para México mayor que la violencia o el narcotráfico”, como algunos portavoces eclesiásticos locales han dicho, “eso coloca al clero en medio de la arena política y a los fieles también”, dijo Ilan Semo, historiador en la Universidad Iberoamericana.
El Frente Nacional por la Familia dijo en un comunicado que organizaría un grupo no gubernamental para buscar una iniciativa para prohibir constitucionalmente el matrimonio gay aunque la Corte Suprema haya decretado discriminatoria cualquier prohibición de tales uniones.
Cindy Wooden contribuyó a este artículo desde el Vaticano.