Es impresionante observar a decenas de niños, jóvenes, hombres y mujeres y adultos postrados en la arena rezando el Santo Rosario alrededor de una fogata.
Eran familias completas y jóvenes adultos solteros que participaron en la tercera edición anual de “Bonfire Rosary” celebrado el pasado sábado 29 de julio en la playa de Huntington Beach.
“El rosario es un arma contra el enemigo”, dijo Ricardo Quintero, quien lideró el rezo. “Es muy importante que las nuevas generaciones se sientan motivadas a manifestar su fe en público”.
Quintero y su esposa Elba dirigen el ministerio SEARCH, un programa de retiros espirituales, planificados, dirigidos y facilitados por otros jóvenes, donde se tiene la oportunidad de conocer nuevos amigos que también están tratando de seguir el camino de Jesús en el mundo de hoy.
SEARCH sigue el llamado de Jesús a los primeros discípulos. “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. (Mateo 4:19)
“Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”, repitieron los asistentes recordando el saludo que el ángel le dio a María.
“Para mí, el Rosario es la meditación de la vida de Jesús a los ojos de María”, dijo Aloni Bonilla. “Podemos entrar al misterio de Jesús a través de su Madre, nuestra madre, que nos permite situarnos al lado de ella y entrar en la contemplación de la vida de Él”.
Así como “Rosario” significa “corona de rosas”, y se le considera como “la rosa de las devociones”, este rezo siempre ha sido muy apreciado por los santos y la Iglesia, pues mediante el permanente saludo del Ángel (el Avemaría) el Rosario nos permite reflexionar sobre los principales episodios de la vida de Cristo llamados “Misterios” (gozosos, dolorosos, luminosos y gloriosos). Por ello al Rosario se le conoce como “Compendio del Evangelio”.
“Somos jóvenes ayudando a otros jóvenes en su crecimiento espiritual”, destacó Patricia Casillas, coordinadora de retiros en St. Joseph Retreat Center, en Rosemead, California.
“SEARCH es la búsqueda de Dios: muchos jóvenes no tienen las bases por dónde comenzar y cuando vienen a los retiros los invitamos a que regresen a la Iglesia y traigan a otros que quieran vivir cerca de Jesús y que lo sigan a Él en sus vidas”.
Desconectados del mundo que les ha tocado vivir e iluminados por las llamas de la fogata, todos los presentes en el Rosario no se sintieron interrumpidos por otro grupo de visitantes en la playa, quienes tocaban música a todo volumen.
“El Rosario es el camino que podemos seguir y por el que podemos mostrar nuestro amor a la Madre de Dios”, dijo Patricia, quien colabora en el ministerio junto a su novio Alex. “En el Rosario le mostramos a ella nuestro amor, porque también es nuestra madre, y ella es otra conexión con nosotros y con todos los Católicos”.
Según la tradición, que data desde el Siglo XII, la Madre de Dios, en una aparición a santo Domingo de Guzmán, -Fundador de los Dominicos (Orden de Predicadores) y contemporáneo de San francisco- le enseñó a rezar el Rosario, en el año 1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
La tradición del Rosario está respaldada por numerosos documentos pontificios, y, de hecho, en 1220 el Papa Honorio lo puso a cargo de una misión contra las herejías de los cátaros y albigenses. Santo Domingo de Guzmán fue canonizado el 1234 por el Papa Gregorio IX, quien dijo de él: De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo”.
Es la misma santidad y crecimiento espiritual que anhelan y que buscan los jóvenes de SEARCH.
“Nosotros rezamos por el bienestar y la unidad de nuestra comunidad”, comentó Kyle Lichfield, feligrés de la Iglesia Católica de San Pablo Apóstol, en Chino Hills. “Yo apenas he comenzado este camino y me encanta”.
Por su parte, Amanda Mariscal, de 27 años, contó que “cuando estaba chiquita” su madre, -Rosita Castelán- le enseñó a tener un gran amor por Dios y aprendió a rezar el Rosario.
“Cuando rezo el Rosario, me siento más cerca de Dios y siempre le pido a la Virgen por su intercesión, pues ella es la Madre de Dios y está en el cielo”, dijo Amanda. “Quisiera imitar todas sus virtudes, porque ella tiene esas virtudes por los méritos de su Hijo, nuestro señor Jesús”.