Los números son inquietantes. Numerosos estudios han indicado que cada vez más jóvenes católicos están abandonando la Iglesia. Sin embargo, todos estos números no miden la dedicación, el compromiso o el corazón. Los números no miden la fe. Incluso una sola persona puede hacer una diferencia significativa en la comunidad y el mundo en general.
Para una prueba irrefutable, solo tiene que observar a Joseph Cinemato, un personaje de alto octanaje, de 29 años, del ministerio que logra hacer más maromas que el mejor malabarista de los Ringling Brothers. A la misma vez que trabaja a tiempo completo como cineasta y fotógrafo profesional, Joseph ha prestado servicios a la comunidad católica, en la Diócesis de Orange y en todo el país en una variedad de capacidades, la mayor parte de ella en el Ministerio de jóvenes adultos. Al mismo tiempo, el año pasado logró terminar un programa intensivo de un año para una Maestría en Administración de Empresas —sin obtener nunca una licenciatura.
¿Cómo lo logró Joseph? Parte de la respuesta radica en los errores tempranos, la tragedia y, en última instancia, la fe.
“Casi no me graduó de la secundaria”, indica Joseph. “Empecé a irme de fiesta todos los días, acompañado de malas influencias. La mayoría de ese grupo terminó en la cárcel, y algunos en el cementerio”.
La vida de Joseph se sacudió después de la muerte de un amigo cercano, asesinado en Irak por un francotirador. “Era como un hermano. Cuando él falleció, parte mi mí murió con él”.
Así que se dirigió a la Iglesia Católica, lo que resultó en dos poderosos alumbramientos.
“Como una dedicación a mi amigo, durante los 40 días de la Cuaresma, abandoné mi estilo de vida ‘oscuro’”. Tuvo un efecto muy profundo en mí, y me dirigió hacia un nuevo sendero.
“Aunque para entonces yo estaba más vivo que nunca y asistía regularmente a la iglesia, nunca fui a la confesión. Cuando un sacerdote me preguntó por qué, le dije: ‘Sé que existe un Dios. Simplemente no tengo fe en que Él se preocupa por mí’”.
Lo que el sacerdote dijo después cambió la vida de Joseph para siempre. “Me preguntó si alguna vez pensé en pedirle a Dios esa fe. Eso realmente me sorprendió. Sabía que tendría que tomar esto muy en serio o simplemente alejarme”.
Joseph se sumergió al catolicismo con los dos pies, y ha sido un hombre con una misión —o varias misiones— desde entonces.
Sin embargo, Joseph estaba sin dinero y sin una profesión viable. Así que asistió a la prestigiosa facultad de Cinematografía y Artes Escénicas Dodge College en la Universidad Chapman. Durante su tiempo en Dodge, Joseph logró ganarse la vida como fotógrafo y cineasta independiente. Con el tiempo, fue mentor de otros estudiantes y trabajó con varios profesores, los mejores en su campo.
Después de su “graduación” de facto y un año dedicado a su oficio, Joseph trabajó como misionero y camarógrafo junto a las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos en el África devastada por la guerra.
“Fue durante el auge de la llegada del Ejército de Resistencia del Señor al Congo”, dice. “Trabajé en hospitales de campaña, ayudando a cirujanos y visitando campamentos de refugiados —todo mientras trataba de contar la historia a través del video”.
“Tuvo un gran impacto”, añade. “Hoy en día, si alguien se confunde con mi orden de café, me imagino la desesperación de una familia después de que su casa ha sido incendiada; me ayuda a poner las cosas en perspectiva”.
Tras regresar a casa, Joseph invirtió largas horas de “equidad de sudor”. Hasta la fecha, Joseph ha utilizado sus habilidades en cinematografía, fotografía y trabajo de producción, en asociación con ABC/Disney, Paramount, Fox, HGTV y la BBC, junto con el Departamento de Defensa de EE. UU. y el estado de California. Ha sido galardonado con siete premios Telly, la equivalencia a los Emmys para comerciales y programas de televisión televisados y no televisados.
A pesar de estar haciendo más malabares que nunca, Joseph continúa agradeciendo a la comunidad católica por el impacto que han tenido en su vida.
¿Cómo? Sujete sus cinturones de seguridad.
Joseph fundó el más reciente Caballeros de Colón en el condado de Orange, convirtiéndose en uno de los Caballeros Grandes más jóvenes de la región; sirve como miembro fundador de la Iglesia del Beato John Henry Newman, en Irvine; ha sido invitado en parroquias a través de los EE. UU. para hablar de su trabajo en ‘Hands Together”, una misión católica en Haití; sirve como director del Ministerio de jóvenes adultos en Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en Newport Beach; y ayuda a liderar la Coalición Católica local de Habitat for Humanity. Ha participado en la Radio Católica del condado de Orange para hablar sobre cómo los católicos pueden relacionarse mejor con la comunidad y entre sí, y en una semana dirigirá el quinto retiro anual de los jóvenes adultos de la Diócesis.
“Durante gran parte de mi vida he sentido el llamado a hacer trabajo misionero”, dice Joseph. “Me gustaría que mi éxito e influencia profesional crecieran para permitir que la belleza y la verdad del catolicismo se reflejen en la sociedad de una manera renacentista: a través de los medios y el arte, los negocios y la educación”.
Para la mayoría, esto pudiese parecer como una fantasía. Gracias a todos sus conocimientos, su fe y su compromiso, y a su deseo interminable de ayudar, para Joseph Cinemato es solo un reto más”.