VATICANO (ACI Prensa) – El secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Mons. Stefano Russo, afirmó que la protección de la vida humana desde la concepción “es una condición necesaria para construir el futuro de toda la humanidad”.
Así lo indicó Mons. Russo en un mensaje dirigido al Movimiento por la vida italiana que organiza su 40 Congreso nacional con el tema: “Tú eres único para mí en el mundo. Se ve bien solo con el corazón”.
En el texto, Mons. Stefano Russo destacó que “en este terrible momento, mientras la pandemia aflige al mundo haciendo todo más difícil”, el Movimiento por la vida italiano tuvo la valentía de no rendirse ante los obstáculos y organizar este evento nacional que se llevará a cabo en línea.
Además, el secretario del Episcopado italiano reconoció que el Movimiento por la vida “nunca ha dejado de operar, con generosidad y abnegación, involucrando y colaborando siempre con otras asociaciones y movimientos con el importante objetivo de proteger la vida humana desde la concepción”.
“Han prestado y están prestando un importante servicio a la comunidad civil y eclesial, del cual la vida humana constituye el valor esencial: su protección y promoción hacen que la sociedad misma exista y se articule en sus estructuras”, advirtió.
Sin embargo, Mons. Russo lamentó que “desafortunadamente, como el Papa Francisco ha enfatizado varias veces, hoy la ‘cultura del descarte’ sacrifica a los más débiles, los más pobres, los más frágiles, los que no tienen voz, comenzando por los no nacidos”.
Por ello, el compromiso del Movimiento por la vida “merece apoyo y estímulo”. “Sigan siendo un motor de renovación y esperanza para el futuro de nuestra sociedad. Sigan trabajando juntos para que todos, creyentes y no creyentes, comprendan que la protección de la vida humana desde la concepción es una condición necesaria para construir el futuro de toda la humanidad”, indicó el prelado.
En esta línea, el secretario del Episcopado italiano citó las palabras del Papa Francisco en la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium para recordar que “esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno”.
“¡No se desanimen y no se cansen de anunciar y dar testimonio del Evangelio de la vida!”, alentó Mons. Russo, que renovó también su cercanía espiritual y envió su bendición.