“El arte sagrado es verdadero y bello cuando su forma corresponde a su vocación particular: evocar y glorificar, en la fe y en la adoración, el misterio trascendente de Dios, la belleza invisible suprema de la verdad y del amor visible en Cristo, que ‘refleja la gloria de Dios y lleva el sello mismo de su naturaleza’, en quien ‘habita corporalmente toda la plenitud de la deidad’. Esta belleza espiritual de Dios se refleja en la Santísima Virgen Madre de Dios, los ángeles y los santos. El arte sagrado genuino atrae al hombre a la adoración, a la oración y al amor de Dios, Creador y Salvador, El Santo y Santificador”.
— Catecismo de la Iglesia Católica
El arte sagrado en la Catedral de Cristo presenta nuevas obras de artistas prominentes, inspirados en la vida de Jesucristo, que quieren representarlo al usar la iconografía moderna.
El arte sacro de seis artistas de renombre internacional tiene por objeto acoger a los fieles en la presencia del Señor, presentar la comunión de los santos y la gloria de Nuestra Señora, la Santísima Madre, además de acompañarlos en un viaje de fe inspirado por el Espíritu Santo.
“El arte en la Catedral de Cristo será juzgado como buen arte, y también será evocador y provocativo, evocará comentarios — y ahí es cuando el arte tiene éxito”, dice el hermano William Woeger, miembro de la Comisión de Arte Sacro de la Catedral de Cristo. El hermano Woeger es consultor en las comisiones de arte y es uno de los artistas responsable de la creación del Crux Gemmata (crucifijo sobre el altar), velas del altar, vela pascual, lámparas de santuario, relicario (recipiente para reliquias en el altar), y velas de dedicación.
“Uno de los atributos de Dios es la belleza”, señala. “Cualquier cosa que pueda hacer que promueva la belleza y la comparta con el mundo, la considero mi contribución a la manifestación de Dios. La educación significa acercarse, y eso es lo que hacemos al ayudar a los clientes a tomar decisiones artísticas inteligentes”.
Pablo Eduardo, un escultor nacido en Bolivia y conocido por unir su herencia hispanoamericana con su formación y conocimiento íntimo de su oficio, está diseñando cuatro Manifestaciones de la Divinidad de Cristo, 14 estaciones del Vía Crucis y las Puertas Fiestéales.
“Nuestra inspiración está centrada en Cristo”, dice Eduardo. “Soy católico. Cuanto más arte creo para la Iglesia, más devoto me vuelvo. Para mí, la figura de Cristo representa los pasos iconográficos que damos en nuestras vidas — Él cae tres veces, se levanta y acepta su destino. Todas estas cosas que he tratado de representar de manera diferente, con una iconografía un poco moderna”.
Las esculturas de Eduardo, realizadas en bronce, son reconocidas por capturar una imagen instantánea de la metamorfosis artística, mientras celebra el ritmo, la emoción, la textura y la tensión. Es conocido por entablar una relación cercana con sus clientes. “Me reuní con el obispo Vann y el padre Christopher Smith (el vicario episcopal de la Catedral de Cristo), y pienso en ellos todo el tiempo; estoy tratando de captar su espíritu, de hablar de una manera que ellos entiendan”.
“Oramos y le pedimos a Dios que nos dé la habilidad de crear algo digno de la responsabilidad que me confiaron”.
Otros artistas comisionados para crear arte sagrado para la Catedral de Cristo incluyen: el estudio de Ferdinand Stuflesser Studio en Ortisei (Italia), quien realizó el corpus del Crux Gemmata; el estudio de Valerio Lendarduzzi en Fontanafredda (Italia), que está creando el mosaico de Nuestra Señora de Guadalupe, y los escudos en mosaico de los brazos en el nártex (un elemento arquitectónico que consiste en la zona de entrada o vestíbulo, situado en el extremo oeste de la nave, frente al altar principal de la iglesia); Mia Tavontatti, una galardonada artista y pintora, está creando el mosaico del bautisterio; y el ceramista, hermano Martín Erspamer, un monje de la Abadía de Saint Meinrad, quien está encargado del tapiz del Pantocrátor, o Cristo sentado en la Gloria como el Señor de la Creación.
El hermano Woeger dice que parte del arte sagrado de la catedral está inspirado en el tabernáculo Egino Weinert, que se terminó en Alemania Occidental en los años 70 y que fue adquirido de la familia Weinert en 2015. Los tabernáculos se usan para celebrar la Eucaristía y proporcionar un lugar donde oran a menudo los congregantes.
“Hay mucho arte sagrado que puede ser bien intencionado, pero no es bueno”, señala el hermano Woeger. “Si es arte mediocre, lo miras y sigues tu camino. El buen arte te desafiará y te comprometerá —puede que no te guste al principio,pero puede que te guste porque no te permitirá dejar de observarlo”.
La Comisión de Arte Sacro incluye al obispo Vann, el rector emérito de la Basílica de la Misión, monseñor Art Holquin, consultor del Comité de arquitectura y renovación; el padre Smith; el hermano Woeger, miembro de los Hermanos de La Salle, con sede en Omaha (Nebraska); Lesa Truxaw, directora de la Oficina de Culto de la Diócesis de Orange; monseñor Mike Heher, párroco de la Iglesia Católica de St. Anne en Seal Beach; y a Tony Jennison, vicepresidente de filantropía de la Fundación Católica de Orange.
Los donantes generosos han reservado más de 30 artículos de arte sacro y del campus de la Catedral. Artículos conmemorativos están disponibles para las donaciones de $150,000 o más; las donaciones de $100,000 o más serán reconocidos como miembros del Gremio de la Catedral de Cristo