En la gala anual de recaudación de fondos de su iglesia en el National City Grove de Anaheim, el 11 de febrero, los feligreses de la Catedral de la Sagrada Familia en Orange, por primera vez, utilizaron una nueva opción para colocar ofertas durante la subasta silenciosa:
Una aplicación de teléfono inteligente.
Algunos de los feligreses mayores con teléfonos móviles necesitaron ayuda.
Los más jóvenes en la gala –los adolescentes y pre-adolescentes– se acercaron a ayudarlos.
“Les dijeron: ‘Se va aquí; y así es cómo se hace’”, recordó el padre Troy Schneider, vicario parroquial en la Sagrada Familia. “Por primera vez en mucho tiempo, vi a los feligreses más jóvenes hablar con los mayores. Se observó un verdadero sentido de comunidad”.
Para el padre Troy, la escena en la gala fue un ejemplo perfecto de cómo la iglesia se ha adaptado a la tecnología y la ha usado para bien.
Y aunque el padre Troy y otros creen que la Diócesis de Orange y la Iglesia Católica en su conjunto, en ocasiones, han sido lentas para mantenerse al día con los avances vertiginosos de la tecnología, las cosas están cambiando –aunque algunos sacerdotes veteranos todavía se aferran a las viejas maneras de operar las parroquias.
El padre Troy revisa su calendario desde su computadora en la oficina.
Dice que de los 12 miembros del personal de la Sagrada Familia que pueden tener acceso digitalmente a su calendario para revisar instantáneamente su horario, menos de cinco han optado por hacerlo, el resto sigue utilizando los correos electrónicos, el teléfono, los textos y maneras menos eficientes para estar al tanto de sus citas.
Uno de los colegas con acceso a una computadora pudo programar, de forma rápida, al padre Troy para cubrir un funeral y reemplazar al reverendo monseñor Douglas Cook, de la Sagrada Familia, quien de pronto tuvo que salir de la ciudad debido a un fallecimiento en su familia.
“Tenemos que cambiar”, dice el padre Troy sobre la tecnología, “de lo contrario, estaremos demasiado atrasados”.
Señaló que las parroquias cada vez son más complejas, a medida que aumentan las segregaciones y los pastores asumen más responsabilidades administrativas.
“Los viejos métodos de comunicación ya no son tan eficientes”, dice el padre Troy, señalando en su escritorio un mensaje escrito en una nota, que en la actual era digital, parecía sorprendentemente arcaico.
Recientemente, la Catedral de la Sagrada Familia y la Diócesis de Orange tomaron medidas para prestar más atención a la tecnología, con el mismo propósito que se remonta por siglos al inicio de la Iglesia: la difusión del Evangelio.
“En última instancia, eso es lo que hacemos”, dijo el padre Troy. “Veo una tendencia hacia encargar más de la responsabilidad administrativa a los laicos, para que los sacerdotes puedan centrarse en el ministerio sacramental, que es su función principal”.
El padre Troy habló de la era del Apóstol San Pablo, que viajó a pie y en barco por toda Mesopotamia y Roma en los años 30, hasta mediados de los años 50 d. C.
“Pablo no habría sido capaz de hacer lo que hizo sin la ayuda de las carreteras”, dijo el padre Troy, quien trabajó en el sector de máquinas y herramientas para Boeing antes de ingresar al seminario en el 2004.
“Para difundir el Evangelio, tenemos que utilizar las carreteras de hoy en día, y esas carreteras son el Internet y la tecnología –y no podemos tenerles miedo”.
Muy pronto, la Catedral de la Sagrada Familia (HFC) pondrá en marcha una función en su sitio web (hfcathedral.org): “Lunes por la mañana con Monseñor”. El reverendísimo monseñor Cook ofrecerá cada semana una especia de “informe de la unión de la parroquia”, en un mensaje grabado de dos minutos para que los feligreses lo vean en su propio horario.
También se lanzará pronto en HFC, “Pregúntele al vicario”, en la que se presentará una familia de la parroquia y el padre Troy responderá a sus preguntas.
“Se trata de interactuar y conectarse con la comunidad parroquial”, dijo de la tecnología.
un panorama
más amplio
¿Qué pasa con el panorama más amplio de la Iglesia Católica a lo largo de los siglos, en cuanto a tecnología?
Contrario a la percepción de que la Iglesia, en conjunto, ha padecido de esclerosis institucional a la hora de mantenerse al día con la tecnología, un destacado experto sostiene lo contrario –que a lo largo de su historia, la Iglesia Católica ha servido como un laboratorio, de todo tipo, para el avance de la ciencia.
“La iglesia debe conocer su cultura con el fin de ser capaz de evangelizar”, dijo Pia de Solenni, profesora de Teología Moral en el Instituto Agustín. “Como San Juan Pablo II dijo, la iglesia tiene que estar con el mundo, pero no es parte del mismo”.
La tecnología, obviamente, puede ser utilizada de forma inapropiada, señalaron de Solenni y el padre Troy. Sin embargo, la iglesia debe incorporar sus muchos beneficios, dijeron.
“A medida que avanza la tecnología”, indicó el padre Troy, “todo depende de la intención para la que se utiliza la tecnología. Para la iglesia, la pregunta es si se está utilizando para difundir el Evangelio y si nos mantiene conectados”.
El papa Francisco, y antes que él, el papa Benedicto, abrieron cuentas en Twitter para lograr precisamente eso –algo que el padre Troy y de Solenni aplauden.
“El uso de cualquier tecnología, el uso de la comunicación, se trata sobre todo de conectar. Se trata de comunicar y compartir la Palabra”.