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LAS LLAVES DEL REINO

DURANTE SIGLOS, DOS FAMILIAS MUSULMANAS HAN AYUDADO A SUPERVISAR LA IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO

By LARRY URISH     4/13/2018

Entre hermanos casi siempre hay desavenencias, particularmente en las familias que de alguna manera se entretienen al colocar la “diversión” en lo “disfuncional”. El hermano mayor quiere el control por ser el primogénito. El bebé del clan puede sentirse excluido o ignorado. Y el del medio es continuamente presionado hacia todas las direcciones. Las cosas pueden complicarse, y por lo general se complican. Todos lo hemos visto; y muchos de nosotros, incluso, lo hemos vivido en carne propia.

Del mismo modo, tres hermanos –la iglesia ortodoxa griega, ortodoxa armenia y católica romana– han estado dialogando sobre el acceso a la Iglesia del Santo Sepulcro, la más famosa del Viejo Jerusalén. Sin embargo, con la participación en un ritual de siglos de antigüedad, dos familias musulmanas han ayudado a mediar en el desacuerdo continuo. Gracias a su participación, hoy las denominaciones cristianas viven en una coexistencia pacífica.

Durante mucho tiempo, las tres denominaciones han luchado por el control de la iglesia; cada grupo tiene sus propias costumbres y rituales. Wajeeh Nuseibeh y Adeeb Joudeh han trabajado juntos para que la iglesia permanezca abierta a los cristianos y a los visitantes de todas las religiones. Las familias Nuseibeh y Joudeh han hecho esto por siglos. Todos los días, Adeeb lleva una gran llave de hierro fundido a la iglesia, donde Wajeeh la utiliza para abrir y cerrar la puerta.

La llave que Nuseibeh y Joudeh utilizan representa el acceso a uno de los escenarios más sagrados del cristianismo. La Iglesia del Santo Sepulcro, destino de peregrinos de todo el mundo, es el lugar donde Jesús fue crucificado y donde reside su tumba vacía, según las tradiciones que se remontan al siglo IV (otros creen que la resurrección de Jesús tuvo lugar en la cercana Tumba del Jardín). Cuatro estaciones de la Vía Dolorosa, que representan el acto final de la Pasión de Jesús, están situadas dentro de la iglesia.

“Los peregrinos se sorprenden inmediatamente al ver las rocas antiguas que componen esta iglesia, construida sobre el lugar donde Nuestro Señor fue crucificado”, explica el padre Scott Borgman, vicario judicial de la Diócesis y vicario parroquial de la Iglesia Católica Nuestra Señora del Monte Carmelo. “La evidencia bíblica y arqueológica atestigua que está área era una cantera en desuso con una tumba excavada en la pared de roca con una abertura baja capaz de ser cerrada por una piedra”.

El acuerdo de compartir la iglesia fue el resultado del Status Quo de los Sitios de la Tierra Santa, un compromiso de 150 años de antigüedad entre las denominaciones.

“Si la llave estuviera en manos de los griegos ortodoxos, eso significaría que son dueños de la iglesia”, dijo Nuseibeh al servicio noticioso Catholic News Service. “Si está en maños de los católicos, entonces sería una iglesia católica; lo mismo pasaría con la ortodoxa armenia. Así que los musulmanes son una parte neutral que abre y cierra la iglesia”.

Se dice que el nombre Nuseibeh se originó en Nuseibeh bint Ka’ab, una compañera del profeta Mahoma. La familia musulmana llegó por primera vez a Jerusalén en el siglo VII, tras la toma de Jerusalén por los árabes islámicos. La llave de la iglesia les fue dada después de que un influyente miembro de la familia, Ubada lbn Al-Samet, fuera nombrado gobernador. Los Joudehs, que llegaron a Jerusalén al mismo tiempo, han compartido la responsabilidad de proteger la llave y la iglesia.

La llave en sí misma no está disponible en un Home Depot local. La “nueva” llave de hierro fundido de 500 años de antigüedad mide 12 pulgadas de largo, con un extremo cuadrado y una manija triangular; la llave original de 850 años se rompió tras su uso durante siglos.

La iglesia está abierta todos los días. Por la mañana temprano, Joudeh lleva la llave antigua de su casa por las calles de la Antigua Jerusalén hasta la iglesia, donde se encuentra con Nuseibeh a las 4 a.m. Joudeh luego le entrega la llave a Nuseibeh. Una “apertura simple” ocurre cuando un funcionario de una de las denominaciones cristianas, supervisado por Nuseibeh, abre solo una de las dos hojas de la puerta. Una “apertura solemne” ocurre cuando ambas hojas se abren, una por un funcionario cristiano y la otra por Nuseibeh.

El ritual de cierre de las puertas ocurre de la misma manera, en orden inverso. La iglesia se cierra a las 7 p.m. entre octubre y marzo, y a las 9 p.m. entre abril y septiembre. A la hora de cierre, los funcionarios de cada una de las tres denominaciones cristianas se reúnen y discuten quiénes participarán en el ritual de apertura al día siguiente.

El paso de los años ha ocasionado estragos a la iglesia, particularmente en la Tumba de Jesús. Así que en el 2016 y a principios del 2017, los especialistas de Grecia, el mismo equipo que restauró la Acrópolis en Atenas, restauraron el antiguo sepulcro. Estuvo expuesto a la humedad y al agua, a la cera de las velas, al humo y a los excrementos de las palomas. Además del proceso de limpieza, el proyecto de $3.7 millones incluyó la remoción de lo que, en esencia, era una jaula gigante construida alrededor de la tumba 70 años antes para apuntalar las paredes.

La Iglesia del Santo Sepulcro seguirá siendo un lugar sagrado para los cristianos de todas las denominaciones. “En ningún lugar de la tierra nos sentimos más cerca de la redención de la humanidad que en ese lugar donde nuestro Señor pagó el precio por nuestra Salvación”, indicó el padre Borgman.