Los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Eucaristía a los enfermos sirven como una extensión de la comunidad parroquial a aquellos que no pueden participar y asistir a la Eucaristía con su comunidad parroquial.
“Son misioneros que traen la Palabra y la Eucaristía a los enfermos y a los que están confinados en casa o en la cama de un hospital”, dijo Michael Donaldson, Director de la Oficina de Cuidado Pastoral para Familias en Todas las Etapas, de la Diócesis Católica de Orange. “Nuestros ministros también tienen hambre y necesidad de formación. Ellos desean ser los mejores ministros”.
Directores diocesanos incluyendo Lesa Truxaw, Directora de la Oficina para el Culto Divino; Norma Agüero, Directora del Departamento de Protección de Niños y Adolescentes y Michael Donaldson organizaron un taller instructivo y de formación para a aproximadamente 500 Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión. La formación se impartió en Español e Inglés. Este taller se llevó a cabo en la parroquia Santiago de Compostela en Lake Forest, CA.
“Los enfermos también son parte de nuestras parroquias”, expresó Truxaw. “Debemos atenderles porque ellos son parte importante de El Cuerpo de Cristo”.
Independientemente de si las personas por su edad avanzada o que estén enfermas a causa de alguna imposibilidad física o psicológica, nuestra Iglesia en su amor y misericordia esta llamada a responder a las necesidades espirituales de sus fieles.
La misión de atender a los ancianos, enfermos e inválidos se deriva de la antigua práctica pastoral de la Iglesia.
esposo y esposa: ministros ejemplares
Motivados por el Padre Bill Barman, los esposos Dora Valenzuela, de 65 años, e Ismael Valenzuela, de 69, acordaron servir a sus semejantes, al llevar la sagrada Eucaristía a los ancianos, a los enfermos e inválidos.
Primero lo sirvieron como catequistas de niños y de adultos. Luego se les encargo la misión de llevar la Sagrada Comunión a la señora “Andrea”, una mujer de ascendencia mexicana, que cuenta con 97 años de edad. La anciana se encuentra postrada en una silla de ruedas. Tiene problemas para caminar, sin embargo sus hijos le proporcionan una atención magnifica y llena de amor.
“Nunca decimos no a la Iglesia; todo lo que sea relacionado al servicio de Dios y a los miembros de la Iglesia lo hacemos con mucho gusto y de corazón”, dijo Dora, originaria de Escuintla, Guatemala. “Además, hacía falta ese ministerio en nuestra parroquia [Santiago de Compostela]”.
Cada domingo, los esposos viajan alrededor de 7 millas desde Lake Forest a Foothill Ranch. Consigo llevan en una píxide con la Sagrada Eucaristía para la Señora Andrea.
“Ella se pone feliz cada vez que llegamos. Nos dice ‘ya me traen a mi Señor’ y lo recibe con una inmensa alegría”, relató Dora. “Nosotros nos sentimos muy contentos y bendecidos de llevarle la sagrada Comunión”.
Por su parte, Ismael Valenzuela indicó que la reflexión más profunda de su ministerio es la entrega total a nuestros hermanos Católicos que ya no pueden ir por su propia cuenta a la Iglesia a vivir la Eucaristía.
“A nosotros Dios, y nuestro Señor Jesucristo, nos han dado la oportunidad de compartir con los enfermos, lo mucho o poco que, que conocemos de nuestra fe”, dijo Ismael. “Dios amó al mundo y nosotros hemos desperdiciado tanto su amor y lo hemos confundido con otras cosas… es tiempo que comencemos a caminar en la senda del Señor”.
en la presencia de dios
“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos… Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo’…” (Mateo 25: 31-40).
Esta parábola, escrita por San Mateo, inspiró a unos 500 asistentes que estuvieron presentes en taller para Ministros Extraordinarios de la Sagrada Eucaristía. Esta inspiración les motiva a continuar su formación académica y espiritual para su ministerio. En el taller se enfatizó la importancia de la oración constante y el ejercicio de una fe profunda.
Así sucedió con María Ruiz, una feligrés de la Parroquia de San Norberto. Fue Monseñor Sinos Francis Falvey (1945-2005) quien la impulsó para el servicio como Ministro Extraordinario de la Eucaristía.
“Él me comentó que alrededor de la Iglesia de San Norberto (Orange) había muchos enfermitos en sus casas”, comento María de 65 años de edad, originaria de Yahualica, Jalisco. “También en los hospitales hay mucha necesidad”.
María; Bertha Manzo; Gema Santos y Ana Barrera conforman el grupo de mujeres Ministras Extraordinarias de la Eucaristía en San Norberto. Juntas, visitan semanalmente a un promedio de 30 a 40 personas en el hospital Kaiser Permanente de Anaheim, CA.
María afirmó que, después que ella recibe a Jesús Sacramentado en la misa y ora por las personas que visitará, le da gracias a Dios por el privilegio de servir a su prójimo.
“Soy feliz cuando llevo conmigo el Sacramento”, dijo. “Me siento afortunada de ser parte de este ministerio… es un regalo de Dios para mí”.