SABANA GRANDE, Puerto Rico (CNS) — Un obispo puertorriqueño que celebró una Misa al aire libre en Sabana Grande le dio la bienvenida a miembros de una organización mariana no reconocida pero mantuvo silencio en cuanto al estado eclesial del grupo.
El obispo Álvaro Corrada del Río de Mayagüez vino al municipio del suroeste el 22 de mayo, después de no celebrar su Misa tradicional del 15 de mayo para la fiesta de San Isidro Labrador, santo patrón del pueblo.
“Recibimos también con alegría al gran número de devotos de la Virgen del Rosario del Pozo con sus directores”, él dijo recibiendo sonados vítores durante su mensaje de bienvenida en la desbordada plaza del pueblo.
Con esa introducción él continuó a decir la Misa sin ninguna otra referencia a la asociación de devotos ni a la peregrinación anual de ellos programada para ese día.
“Hoy es la solemnidad de la Santísima Trinidad de Dios uno y trino. … Ofrezco, mis hermanos y hermanas, esta Santa Misa para la santificación de todos ustedes y del pueblo de Dios de la Diócesis de Mayagüez”, dijo el obispo.
El grupo, Asociación de Devotos de la Virgen del Rosario del Pozo, escogió el 22 de mayo como la fecha de su observancia del aniversario 62 del final de las alegadas apariciones de María en un manantial en Sabana Grande en 1953.
El grupo mantiene que varios estudiantes de una escuela elemental cercana reportaron haber visto “una hermosa joven” flotando en una nube sobre el manantial que le proveía agua a la escuela.
Dos investigaciones eclesiásticas han catalogado las apariciones como “faltas de credibilidad”. La diócesis ha aconsejado a los fieles evitar afiliarse a la asociación.
La relación entre la iglesia y el grupo ha sido tensa desde que la iglesia reconoció el grupo en 1986 como una “asociación privada sin personalidad jurídica”, significando sin reconocimiento legal bajo la ley canónica. Documentos eclesiásticos muestran que desde el principio el grupo no se adhirió a las condiciones y requisitos de una organización eclesiástica privada, llevando a su disolución como asociación un año después. Hasta la fecha, la asociación de devotos reclama tener “reconocimiento jurídico internacional”.
La tensión aumentó recientemente cuando la organización emitió un comunicado de prensa diciendo que el obispo Corrada estaba “invitando a todos los devotos de la Virgen del Rosario del Pozo a una Misa que hará historia en Puerto Rico”, refiriéndose al aniversario de la peregrinación del grupo.
Mediante una carta a los fieles, la diócesis clarificó que no ha habido cambio en la postura de la iglesia respecto a la asociación y su misión y que el decreto de 1987 que disolvió la asociación se mantiene en vigor. Sin embargo, él escribió que le alegraba tener al grupo en la Misa “para continuar el diálogo que les propuse en my Carta de Aclaración de septiembre de 2014, la cual reafirmo”.
Durante la procesión del obispo Corrada hacia el altar, él se detuvo en la primera fila de asientos. Allí saludó a funcionarios de la asociación, específicamente abrazando a su presidente, Ricardo Ramos Pesquera, y a Juan Ángel Collado Pinto, quien cuando niño fue uno de los que reclamaron haber visto a María.
Antes de la Misa amplios grupos de devotos voluntarios llegaron vistiendo distintos uniformes. Muchos fueron vistos entre la multitud comunicándose vía radios de mano como si estuviesen coordinando el evento. Durante la colecta y la Comunión voluntarios escoltaron a los ministros laicos mientras hacían su trabajo. Después de la Misa, varios ministros dijeron a Catholic News Service que para ellos no era claro porqué fueron acompañados.
La mayoría de los voluntarios cuestionados por CNS dijo que antes de la Misa sabían sobre “la invitación del obispo”.
“La idea del obispo fue un milagro de Dios”, dijo a CNS Ana Ocasio, quien vendía mercancía de la Virgen del Pozo para la asociación. “Estábamos esperando esto durante mucho tiempo, muchos años, esperando que la iglesia respondiera. El llamado del obispo a venir aquí a ofrecer la Misa es un milagro importante de Dios y de la Virgen”.