CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El cardenal australiano George Pell dijo que el informe final del Sínodo de los Obispos sobre la familia no creó una apertura a que los divorciados y recasados civilmente recibieran la Comunión.
Otros miembros del sínodo asumieron una opinión distinta y reconocieron que el párrafo en cuestión estaba siendo leído de manera diferente.
“El texto ha sido significativamente mal entendido”, dijo a Catholic News Service el cardenal Pell, prefecto de la Secretaría del Vaticano para la Economía, el 25 de octubre.
No hay referencia en el párrafo 85 ni en ninguna otra parte del documento a la Comunión para los divorciados y recasados civilmente; eso es fundamental”, él dijo.
Pero otros miembros del sínodo dijeron que el documento representa una apertura al discernimiento, según cada caso individual, de la posibilidad de absolución y Comunión eventual para algunos católicos divorciados y recasados civilmente.
El cardenal Reinhard Marx, presidente de la conferencia episcopal alemana, dijo ante reporteros que el informe final marca “un paso real adelante” en la atención pastoral a los divorciados y recasados civilmente.
El cardenal Andre Vingt-Trois de París dijo que el informe es firme en decir que “no puede haber una regla general que aplique igualmente” a todos los divorciados y recasados civilmente sin considerar sus situaciones pastorales.
El cardenal austriaco Christoph Schonborn de Vienna dijo ante reporteros que el informe no es un “sí o no” generalizado para la Comunión de los divorciados y recasados civilmente, sino un llamado al discernimiento cuidadoso, reconociendo que la cantidad de culpa que las distintas personas tienen en un matrimonio quebrado y que las distintas situaciones que los llevaron a casarse otra vez varían ampliamente. Por lo tanto, las consecuencias en términos de absolución y Comunión varían también, él dijo.
En respuesta a tales interpretaciones del informe final, el cardenal Pell dijo que “el discernimiento que es fomentado en el párrafo 85 en estos asuntos particulares tiene que basarse en la enseñanza completa del papa Juan Pablo II” y la enseñanza de la iglesia en general.
Al preguntársele si el papa resolverá el asunto de la Comunión y proveerá una interpretación definitiva del documento, el cardinal Pell respondió: “Si el papa lo hará o no, no depende, supongo, de cómo él vea el documento; si es lo suficientemente claro, si expresa adecuadamente la mente de la iglesia”.
“No queremos que esto esté en la misma situación de otras iglesias cristianas, donde uno o dos asuntos fueron luchados públicamente durante años y años y años”, dijo el cardenal Pell.