Unos 70.000 adolescentes participaron en una misa en la Plaza de San Pedro, la celebración del Año Jubilar de la Merced.
En su homilía, el Papa les llegaba a la forma de la felicidad como él les dijo que consiste en aprender cómo amar.
El amor genuino, dijo, es un amor que resplandece en su forma de vida.
“No conformarse con medidas mediocres”, dijo el Papa, instando a los jóvenes a luchar por el verdadero tesoro que es una vida con Cristo.