Frente a la gran necesidad de respeto a la vida, centenares de Católicos del Norte y Sur de California y de Texas, reflexionaron en torno a la dignidad del ser humano, desde el momento de su concepción hasta la muerte.
“Ustedes forman parte de un gran significado para nuestra población al representar a familias, hijos y comunidades de fe”, expresó el Reverendísimo Obispo de la Diócesis de Orange, Kevin W. Vann. “Ustedes me han dado el don de la familia, su amor se ha fortalecido mi fe”.
Durante la bienvenida y apertura del Congreso Hispano Pro Vida y Evangelización, el Obispo Vann pidió a las familias Hispanas que nunca abandonen el gran regalo de la fe que han traído a Estados Unidos, “y con el cual nos ayudan a encontrar la presencia de Dios”.
“Insisto… les ruego que no pierdan este regalo”, dijo.
El Obispo, reconoció sin embargo que gran parte de los valores familiares, el respeto a la vida y a la dignidad del ser humano han influido en la pérdida del sentido familiar.
“Por favor, nunca pierdan este regalo de la fe”, indicó. De la misma forma, exhortó a las familias a ser “misioneros de la misericordia” como lo ha pedido el Papa Francisco.
En efecto, durante el Año Santo, que concluirá el 20 de diciembre, el Sumo Pontífice enviará a todos los rincones del mundo a 1,071 sacerdotes “misioneros de la misericordia” para absolver los pecados, incluso los considerados más graves como el aborto.
En la bula papal que convocó el Jubileo se explicaba que estos sacerdotes misioneros serían enviados personalmente por el Papa, el Miércoles de Ceniza, el 10 de febrero, tras una celebración en la Basílica de san Pedro, el 10 de febrero.
plan de dios, no de los hombres
El Obispo Vann instó a los asistentes a reflexionar sobre el crecimiento en la santidad de sus vidas.
“No podemos ser agentes de acción si no estamos evangelizados, y en esto, no es su plan ni el mío, sino el de Dios, pues en última instancia su vocación es, responder al llamado del Señor”, aseguró.
En su presentación al tema central del Congreso Hispano, el Obispo Vann reveló que conoció a un matrimonio que se deshizo delante de él, a causa de las heridas de un aborto.
Por ello, expuso que, frente a los efectos de la violencia que se vive en la sociedad moderna en contra de la vida, es urgente entender y aprender la manera apropiada para defender las convicciones personales del Catolicismo ante legisladores estatales y federales “y no quedarnos callados y sin decir nada”.
“No podemos quedarnos en el silencio”, remarcó y ejemplificó la derrota que los Católicos lograron frente al suicidio asistido en California.
Tras un apresurado proceso encabezado por Asambleístas demócratas, la llamada “Muerte Digna” fue promulgada como ley por el gobernador Jerry Brown.
Así, California se convirtió en el quinto estado, junto con Oregon, Montana, Vermont y Washington, en permitir la práctica por la que los médicos pueden recetar medicamentos que causen la muerte a un enfermo terminal, que lo solicite “en plenitud” de sus facultades mentales.
El Obispo Vann exhortó a los feligreses a fortalecer el núcleo familiar en los tiempos de la tecnología y recuperar la comunicación como una familia que es comunidad de fe, que vive el Evangelio y es ejemplo de su prójimo, y a redoblar los esfuerzos para ser escuchados por el Congreso de Estados Unidos y caminar hacia una Reforma Migratoria.
“El Cardenal [Sean] O’ Malley nos preguntó que estábamos haciendo en defensa de la vida”, expresó el Obispo Vann. “En este Congreso hemos encontrado el mensaje de la vida y el futuro de familias que pueden ser misioneras en el mundo”.