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OBISPO MEXICANO HACE LLAMADO A COMPASIÓN HACIA PERSONAS QUE CULTIVAN AMAPOLAS

By David Agren, Catholic News Service     5/23/2016

CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — Un obispo católico en el estado mexicano sureño Guerrero ha hecho un llamado a la compasión hacia las poblaciones pobres que por necesidad cultivan amapolas para opio, diciendo que tales personas no son pecadoras y son desatendidas por el gobierno.

Él pidió que el ejército dejara de fumigar los pequeños campos de amapola de los agricultores “hasta que haya otra opción para los cultivadores de amapola” y que la práctica “les quita la comida de la boca” y está provocando “matarlos de hambre”.

“La gente que cultiva amapola son de las personas más marginadas del estado y del país … son campesinos que siembran la flor, no narcotraficantes”, dijo el obispo Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa al diario El Universal.

“Los que siembran están medio esclavizados, reciben un mínimo beneficio y la cultivan para vivir” … la iglesia no debe condenarla pues la mayoría (que cosecha amapola) lo hace por falta de opciones”.

Los sacerdotes de los estados mexicanos que producen drogas frecuentemente enfrentan las realidades de la gente local sembrando cultivos comerciales, tales como la marihuana y las amapolas para opio, para poner alimento en sus mesas. El obispo Rangel hizo sus comentarios mientras la violencia consume el estado de Guerrero, que yace al sur de Ciudad de México e incluye algunos de los municipios más marginados del país.

El estado todavía está agitado por el ataque contra 43 estudiantes por parte de la policía en el 2014 mientras controlaban autobuses que viajaban hacia una protesta en Ciudad de México. Uno de los autobuses podría haber estado transportando pasta de opio, provocando el ataque. Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que revisó el caso, instó a los investigadores mexicanos a auscultar ese ángulo.

Guerrero ha sido codiciado durante décadas como un corredor contrabandista y un lugar para sembrar y cultivar amapolas para opio. Se cree que el aumento en el uso de heroína en Estados Unidos está impulsando una demanda de amapolas para opio producidas en México, las cuales son procesadas produciendo pasta y contrabandeadas hacia Estados Unidos.

“Sembrar no es nada nuevo”, dijo padre Mario Campos, sacerdote de la Diócesis de Tlapa, que le sirve a la marginada región La Montaña, poblada por comunidades indígenas aisladas y pobres sustentadas por cosechas comerciales ilegales y remesas.

“El problema no es sembrar amapolas para opio”, dijo padre Campos. “El problema es desempleo. La gente tiene que trabajar. Necesita recursos económicos para que sus hijos puedan ir a la escuela. Necesita ingresos para comprar lo básico”.

El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, está flotando la idea de descriminalizar parte de la producción y venta de las cosechas para la industria farmacéutica con propósitos medicinales como medio de reducir la violencia entre los grupos criminales que compran y procesan amapolas para opio.

Antonio Mazzitelli, representante en México de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, dijo a Associated Press que la demanda es baja para justificar la producción de más amapolas para opio.

El obispo Rangel apoya la idea de descriminalizar, pero dijo que quiere ver más alternativas ofrecidas a los agricultores.

“Si el gobierno invirtiera un poquito más en La Sierra … o también se vigilara un poco más la educación, invirtiera en infraestructura (de) carretera, en centros de salud, hospitales, sería distinto”, él dijo.