CEBÚ, Filipinas (CNS) — Se supone que por medio de la Eucaristía se debe de crear un nuevo entorno cultural en el que se dé la bienvenida y en el que si se ven las limitaciones y faltas de otros se interpreten como recordatorio de la necesidad propia que tenemos de la misericordia de Dios, dijo el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.
La Eucaristía es el alimento del Señor; y “cuando el Señor preside el alimento uno debe de estar preparado a participar con otras personas sorprendentes'”, dijo el cardenal Tagle ante la asamblea del quincuagésimo primer Congreso Internacional Eucarístico, que se celebraría del 24 al 31 de enero.
“En el convivio presidido por el Señor las personas reconocen a un vecino cercano, a un compañero pecador, a una hermana, a un hermano que tienen su lugar a la mesa”, dijo. “En cada uno de ellos yo me veo a mí mismo… pecador, sí, pero amado también; indigno de merecimiento, sí, pero invitado; avergonzado, sí, pero acogido; perdido, sí, pero confiado”.
Analizar la cultura en términos concretos y sencillos, como el arreglo de bancas, o la manera en la que la propiedad de la parroquia esté organizada, debería ayudarle a la gente a hacer “examen de conciencia tanto individual como colectivo”, dijo.
Y el cardenal de Manila señaló el congreso eucarístico como ejemplo. Y con tono disfrazado de altivez, el prelado señaló las bancas de primera fila de la nave central y después a los fieles más alejados hacia la parte de atrás del templo.
“Los venerables cardenales y los obispos: aquí. Y luego aquellos, allá, no los puedo ver”, dijo. “¿En qué tipo de entorno cultural se vive aquí?” Y después de incómodo silencio, el cardenal hizo el signo de la paz y se le respondió con risas y aplausos.
Si en una parroquia hay un extenso estacionamiento y no hay espacio para salones de clase eso quiere decir algo acerca de su entorno cultural, dijo el cardenal, como se demuestra también por medio de la distancia que media entre la primera fila de bancas y el altar de la iglesia.
“Veo a muchos de mis hermanos sacerdotes aquí. Observemos su dormitorio. ¿En él se refleja un entorno cultural de celibato? La manera en la que están distribuidas las camas y otras pertenencias. Ya veo. Ustedes son célibes, tienen cama sencilla y no doble”, exclamó y recibió el eco de grandes aplausos.
El cardenal inició su presentación sobre “La Eucaristía y el diálogo en los entornos culturales ” saludando a la abigarrada concurrencia con unos “Buenos días “, que pronunció en múltiples lenguas, incluyendo el dialecto cebuano, la lengua italiana, el chino mandarín y lenguaje de sordomudos.
El cardenal Tagle hizo referencia a la atmósfera de “fervor eucarístico ” que reinaba en la sala, en donde había 12,000 delegados provenientes de 71 diferentes países, a lo que él llamó “lo mejor de cambio de clima”.
“Un clima de unidad de personas de diferentes naciones, lenguas, culturas hechas un solo cuerpo en Jesucristo: ¡Cuánto calor, gozo y amor!”, dijo.
El mismo entorno cultural de unidad se debería de hallar en todas las parroquias, dijo, insistiendo en que Jesús había creado un nuevo entorno cultural rompiendo normas culturales. “Él ofreció un nuevo modelo de vida, de pensamiento y de acción ” y utilizó el espacio de tal forma que hizo posible que los niños se acercaran a Él, permitiéndole a una mujer de fama dudosa que lo ungiera y tocando a un leproso. Y a pesar de que Jesús “comió bastante”, siempre compartió sus alimentos con personas que de otra manera nunca serían invitadas a comer a la mesa de nadie, dijo el cardenal Tagle.
Y el cardenal propuso la siguiente pregunta: “¿Las personas que están heridas, que andan perdidas, que van llenas de vergüenza, que son humilladas y despreciadas pueden encontrar una familia dentro del seno de nuestra comunidad?”
Además el cardenal hizo referencia a “la cultura de aislamiento” y habló de empezar familia por familia como medio para cambiar el entorno cultural.
“Que se vuelvan a organizar las comidas de familia”, enfatizó el cardenal Tagle. “La unidad básica de la comida familiar es la mesa común. En esta época (por desgracia) la unidad básica de la comida se representa en el plato que solamente es mío. Y si mi plato tiene comida me voy a cualquier parte y como solo, sin compañía’. Pero eso no es un convivio; es solamente el acto de comer”.
El cardenal hizo también referencia a las advertencias del papa sobre “una cultura del descarte”, dentro de la cual la gente compra cosas solamente por comprar para después tirarlas.
“Por medio de la Eucaristía nosotros proponemos un entorno cultural de intercambio de bienes”, dijo.
Y señaló que en la Biblia hay múltiples pasajes en los que “se descarta a las personas”, incluyendo a David que vivía bajo las amenazas de ser descartado por el rey Salomón; a José y a María “echados al pesebre”; y a Jesús apartado por jefes celosos y finalmente negado por sus amigos. Y sin embargo, Dios los acogió a todos “en sus gentiles manos ” y se los dio como regalo a los fieles.
“Los regalos que se reciben no deben de tirarse”, dijo el cardenal Tagle. “En este entorno cultural de comunión y participación de regalos se hará que exista una comunidad eucarística, con una presencia real y creíble de Cristo encarnada en el entorno cultural del mundo y así le dará al mundo entero una razón para abrazar la esperanza”.