Mundo

PROTEGER A LOS HIJOS EN EL CIBERESPACIO

Cómo supervisar a los hijos efectiva y amorosamente en el mundo digital

By LARRY URISH     12/16/2015

Si su hija de 17 años le pide el automóvil prestado por unas horas, ¿la dejaría salir sin tener ninguna idea sobre a dónde se dirige? ¿Con quién se va reunir? ¿Y cuáles son sus planes? Probablemente, la respuesta es no. Entonces, por qué los padres bien intencionados desconocen completamente a dónde van sus hijos, con quién se conectan y qué hacen en el mundo digital.

A pesar que el 90 por ciento de los adolescentes dicen que sus padres confían en que se comportan responsablemente en línea, el 45 por ciento indicaron que cambiarían algo de su comportamiento en el internet si sus padres los estuvieran observando, según una encuesta realizada por la firma de seguridad en el internet, McAfee, Inc. Y el instituto Family Online Safety Institute informa que el 93 por ciento de los padres dicen que hablan con sus hijos adolescentes sobre las medidas de seguridad en línea, mientras que sólo el 61 por ciento de los adolescentes reportan el abordar este tema.

Aunque el internet puede ser un recurso maravilloso para los niños, el tener acceso a todo tipo de información en el ciberespacio puede ocasionar problemas. Así que es esencial que los padres mantengan al menos algunas pestañas abiertas de sus niños mientras navegan por el mundo digital. Qué tanto debe vigilar la actividad cibernética depende de la relación con los hijos. Es un equilibrio delicado entre la seguridad del niño y su privacidad.

Afortunadamente, los principios de la crianza católica que aplican al mundo “real” también aplican al mundo virtual. Mientras que el conocimiento de los entresijos del universo digital es esencial, los mejores programas de monitoreo y software de filtrado no son tan importantes como algunos de los principios básicos de la crianza católica: el amor por los hijos, enseñarles a confiar en Dios, la empatía y la curiosidad inteligente, y el asegurarles que siempre estarán seguros, escuchados y comprendidos. Si esto se hace de manera consistente –a una edad temprana– todo el debate de la privacidad personal versus la seguridad en línea se eliminará por completo.

“Los niños naturalmente quieren su privacidad y sí necesitan su propio espacio para crecer…pero aun así, los padres deben tener acceso a las contraseñas. No deben de existir actividades privadas en línea”, dice Claire Frazier-Yzaguirre, una terapista católica matrimonial y familiar quien, junto con su esposo, John Yzaguirre, administran la organización Thriving Families, con sede en Irvine.

Al mismo tiempo, dice, “los padres deben de mostrar interés en sus hijos y aprender sobre la  tecnología digital para que puedan conversar de manera inteligente sobre este tema. Lo más importante es encontrar el balance entre el tiempo que se comparte con la familia y el tiempo privado para navegar el internet. Muchos niños creen que tienen el derecho de pasar horas y horas en el internet, ese no sería el caso si se logra un buen balance de tiempo familiar.

Al seguir estos principios claves de crianza y la creación de una cantidad de tiempo familiar saludable, los argumentos tales como: “La madre de Timmy no revisa su historial de búsqueda” o “Los padres de Julie desconocen su contraseña” se convierten en irrelevantes. Los niños pueden ser muy testarudos, pero cuando la crianza en la correcta, ellos entienden que la supervisión de su actividad en el internet es por una buena causa.

Aunque los padres pueden encontrar todo lo que necesitan saber acerca de los aspectos técnicos de la seguridad en línea a través de una búsqueda en Google –la cantidad de información útil disponible es enorme–, los padres católicos deben marcar los siguientes sitios web: Catholic Surf (catholicsurf.com); la Fe y la Seguridad (faithandsafety.org); Strong Catholic Family Faith (catholicfamilyfaith.org); y Catholic Web Service (catholicws.com). Visite estos sitios, serán un buen punto de partida. c