VATICANO (ACI) – En la Misa matutina en Santa Marta, el Papa Francisco señaló que el verdadero camino es el de la humildad y la humillación, como mostró el mismo Jesús, porque es la única manera “para echar de nosotros el egoísmo, la codicia, la soberbia, la vanidad, la mundanidad”.
El Santo Padre dedicó su homilía a denunciar la “religión de la apariencia”, del “maquillaje”, que quiere parecer una cosa pero no lo es. En definitiva, dijo la libertad cristiana viene de Jesús y “no de nuestras obras”.
“La redención viene del camino de la humildad y de la humillación porque no se llega nunca a la humildad sin humillación”, subrayó invitando a ver “a Jesús humillado en la cruz”.
Al comentar la carta de San Pablo a los Gálatas de la liturgia del día, el Santo Padre denunció la actitud de los fariseos que se observa en el relato: “Vosotros fariseos limpiáis el exterior de los vasos y de los platos, pero vuestro interior está lleno de avidez y de maldad”.
“Esto Jesús se lo repite muchas veces en el Evangelio a esta gente: ‘vuestro interior es malvado, no es justo, no es libre. Sois esclavos porque no habéis aceptado la justicia que viene de Dios, la justicia que nos ha dado Jesús”.
Y en otro pasaje del Evangelio, Jesús pide rezar sin hacerse ver, sin apariencias, algo que Francisco destacó como el “camino de la humildad”. “Lo que importa –explicó– es la libertad que nos ha dado la redención, que nos ha dado el amor, que nos ha dado la recreación del Padre”.
“Esta libertad interna, esa libertad que hace el bien estando escondido, sin hacer sonar la trompeta. Porque el camino de la verdadera religión es el mismo camino de Jesús: la humildad, la humillación”, reflexionó Francisco.
“Al contrario, la gente a la que Jesús reprueba son personas que siguen la religión del maquillaje: la apariencia, el parecer, hacer como que se es algo pero dentro… Jesús usa para esta gente una imagen muy fuerte: ‘vosotros sois sepulcros blanqueados, hermosos por fuera pero dentro llenos de huesos muertos y de podredumbre’”.
Francisco invitó a continuación a ser humildes según el ejemplo de Jesús. “Él nos llama, nos invita a hacer el bien con humildad”, afirmó. “Tú puedes hacer todo el bien que quieras pero si no lo haces humildemente, como nos enseña Jesús, no sirve, porque es un bien que nace de ti mismo, de tu seguridad y no de la redención que Jesús nos ha dado”.
“Pidamos al Señor no cansarnos de recorrer este camino, de no cansarnos de rechazar esta religión de la apariencia, del parecer, de hacer como si… e ir haciendo el bien de manera silenciosa, gratuitamente como nosotros gratuitamente hemos recibido nuestra libertad interior. Y que Él cuide esta libertad interior de todos nosotros. Pidamos esta gracia”, concluyó.