Nota del editor

RECORDANDO A PATRICK MOTT

By KIMBERLY PORRAZZO, 
EDITOR DE ORANGE COUNTY CATHOLIC EN ESPAÑOL     7/7/2017

 

La Diócesis de Orange, y por extensión el periódico OC Catholic, ha perdido uno de los mejores escritores y editores que jamás haya tenido. Patrick Mott, ex editor del OC Catholic y autor de casi todos los grandes artículos publicados por esta publicación, falleció el 1 de julio después de una dura batalla contra el cáncer. Su ingenio, su escritura y su profundidad de comprensión de nuestra fe serán muy extrañados.

No sólo su trabajo en OC Catholic fue reconocido con honores por la Catholic Press Association, sino que Mott también fue un periodista y editor premiado en los círculos de prensa del Condado de Orange. Su trabajo en el Orange County Register, OC METRO y otros medios regionales fue ampliamente conocido. Su trabajo fue honrado varias veces por el club de prensa del condado de Orange.

La primera vez que vi la firma de Mott fue cuando él era un crítico de restaurantes para la revista OC METRO. Nunca olvidaré que me cracajeaba por una crítica que Mott escribió sobre la comida picante en un restaurante en particular. El platillo estaba tan picoso, y dijo que “estaba sudando”.

Mott escribió magistralmente. Tenía la capacidad de contar una historia en profundidad y en detalle, pero nunca hablaba con el lector. Al hacerlo, nos acercó más al tema de sus historias. Eso, creo, fue su mayor contribución mientras estaba en esta tierra.

Cuando me convertí en parte del equipo editorial católico de OC bajo el liderazgo de Mott, recuerdo estar un poco nerviosa al asistir a la primera de nuestras reuniones mensuales de planificación editorial. Mott, después de todo, en sus primeros días asistía al seminario de St. John durante el tiempo que discernía un llamado al sacerdocio. Sabía tanto sobre el catolicismo. Él no terminó siendo sacerdote porque, creo, Dios lo llamó en su lugar para acercar a otros más a través de su talentosa escritura.

Mott hizo que creer fuera más fácil. Lo hizo porque escribió desde su corazón. Hizo que nuestra fe fuera más comprensible y accesible, porque estaba dotado de las habilidades para escribir con tanta elegancia, pero con humor e ingenio que obligaron a leer todo lo que escribió y luego a querer compartirlo con otra persona. Hizo que otros, incluyéndome a mí, estuvieran cómodos haciendo preguntas acerca de nuestra fe. Y él respondió a esas preguntas tan hermosamente, tanto en persona como en prosa.

Si todos estamos llamados a usar los dones que Dios nos dio para ayudar a traer a otros más cerca de él, entonces Patrick Mott sirvió bien al Señor.