“Crecí con una familia católica que me enseñó a creer en Dios”, son las primeras palabras de Vivian Moreno, una chica de 17 años que recibió recientemente el sacramento de la confirmación junto a otras 75 personas, en la Iglesia St. Anne de la ciudad de Santa Ana.
Vivian, estudiante de Saddleback High School, Alejandra Vázquez, de Tustin High Jr., 15; y Jonathan Ruiz, 14 y Adonis García, 14, ambos de Mater Dei en Santa Ana, entre muchos otros, recordaron con su confirmación que, gracias al bautismo entraron en la familia de Dios y recibieron el poder y la gracia del Espíritu Santo.
Desde el Antiguo Testamento, los profetas anunciaron que el Espíritu de Dios descansaría sobre el Mesías para sostener su misión. Esto se cumplió cuando Jesús el Mesías fue concebido por obra del Espíritu y nació de la Virgen María (Lucas 1:35). El Espíritu Santo descendió sobre Jesús con ocasión de su bautismo por Juan (Mateo 3:16-17).
De hecho, toda la misión de Jesús ocurrió en comunión con el Espíritu de Dios. Antes de morir, Jesús prometió que el Espíritu se les daría a los Apóstoles y a toda la Iglesia.
De esta manera, la confirmación de todos los jóvenes profundizó su vida bautismal y el Reverendísimo Obispo Tim Freyer, los llamó a ser testigos misioneros de Jesucristo en sus familias, vecindarios, la sociedad y el mundo, y recibieron el mensaje de fe de una manera más intensa, con gran énfasis en la persona de Jesucristo.
Después de los ritos iniciales, el saludo, acto penitencial, gloria y la oración colecta, el Obispo Freyer expresó en su homilía que en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 5:34-42) los discípulos de Jesús se sacrificaron para hablarle al mundo de la Palabra de Dios con alegría, aun en medio del temor que sentían y al sufrimiento del martirio.
“Hay un Dios que los ama. No es un Dios de castigo, sino un Dios de amor”, dijo el purpurado a los confirmados y al pueblo reunido en la parroquia Santa Ana. “Jesús, siendo santo sufrió el castigo de la muerte en la cruz para darnos la vida con nuestra resurrección”.
testimonio de sanación
El Obispo Freyer rindió su propio testimonio de la presencia del Espíritu Santo y la sanación que Dios le otorgó a su madre Patricia Freyer, de 85 años, quien era víctima de un cáncer peligroso.
“Los médicos decían que el cáncer se expandiría en todo el cuerpo y debían hacer algo, y al tercero o cuarto examen el cáncer desapareció”, narró el Obispo auxiliar de la Diócesis Católica Romana de Orange. “Yo no tengo ninguna explicación de lo que ha sucedido, y si nos damos cuenta, el Espíritu Santo trabaja, así como vemos la presencia de Nuestra Santísima Virgen de Guadalupe…Todo esto es hablar de grandes experiencias y de lo misericordioso que es Dios con sus milagros para nosotros (Joel 3,1) eso es lo que ustedes tienen que hacer, hablar de los milagros de Dios a sus compañeros de escuela, y hablarles con la voz del Espíritu”.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los sacramentos de la iniciación cristiana, cuya unidad debe ser salvaguardada. La recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal.
Así, la, Constitución Dogmática Lumen Gentium sobre la Iglesia, indica que a los bautizados el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo.
El Obispo Freyer exhortó al final de la misa a todos los jóvenes a ir a sus escuelas y contar su experiencia a sus compañeros, sabedores que hablarán con la voz del Espíritu de Dios.
“Hoy creo más en mi fe y en el amor a Dios que me concedió el milagro de poder ver reunida a toda mi familia, después de muchos años”, dijo entre lágrimas Vivian Moreno. Sus padres se separaron cuando ella era pequeña.
“Ser confirmado en la fe, fue una bonita experiencia”, expresó Alejandra Vázquez. “Crecí en una familia católica y mis padres me enseñaron a creer en Dios”.
Por su parte, Jonathan Ruiz declaró: “Es algo maravilloso creer en Jesucristo; él sana a las personas, él cuida y nos libra del pecado”.
Entre tanto, Adonis García señaló: “Ser católico es “cool”…Yo he sido parte del coro y he cantado en misas para los Obispos Freyer y Kevin Vann; quiero ser católico por siempre