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SERVIDORES EN LIBERTAD DE ESPÍRITU, GRACIAS AL PERDÓN

PARA APRENDER A PERDONAR ES NECESARIO DEJAR DE CREER EN LAS MENTIRAS DEL DEMONIO Y CREER MÁS EN EL PODER DE JESÚS

By JORGE LUIS MACÍAS     11/11/2019

En el servicio a Cristo, a la Iglesia y a las almas, los servidores nunca deben dejar de ser diligentes como lo indica San Pablo en su carta a los Romanos 12:11, porque la meta de Dios es que todos seamos uno en Él con el fervor que da el Espíritu Santo.

Así lo afirmó Lucy Boutte, Coordinadora de Alcance en la Renovación Carismática para la Arquidiócesis de Los Ángeles, en la región pastoral de San Gabriel, quien expresó la necesidad que tuvo de oración en su vida y su posterior aprendizaje de Las Cinco Llaves (Arrepentimiento y Fe, Perdón, Renunciación, Autoridad y la Bendición del Padre) que se emplean para liberar a las personas atadas a situaciones, problemas y traumas del pasado. https://es.occatholic.com/cinco-llaves-para-liberar-a-los-oprimidos-espiritualmente/

 “Me di cuenta de que yo misma necesitaba de oración, pero cuando me enseñaron las Cinco Llaves, sentí la presencia de Abba Padre, Dios que estaba esperándome para abrazarme”, dijo Boutte. “Me postré de rodillas para que Él tocara mi corazón, y con la intercesión de María Santísima experimenté una profunda sanación”.

Después de su breve testimonio, en el Congreso de Sanación y Conferencia para líderes “Libertad”, Boutte presentó a Estela Murga, miembro del Ministerio Libertad en Cristo, que emplea el modelo de las Cinco Llaves vitales para ministerios de liberación. 

Murga habló del perdón y afirmó que, a través de las Cinco Llaves, los católicos aprenden a ministrar a aquellos encadenados por influencias malignas, a reconocer las estrategias de engaño de Satanás y a aprovechar el poder de Cristo para conseguir la libertad cuando sanan las ofensas.

Llenos de júbilo, los cientos de asistentes al Centro de Convenciones de Anaheim describieron las maravillas que hizo el Señor porque creyeron en su poder, y en palabras singulares resumieron los efectos de las Cinco Llaves en sus vidas: paz, sanación, liberación, amor y perdón.

Enseguida, Murga, -una feligresa de la parroquia All Souls de la ciudad de Alhambra, California- invitó a todos a cerrar los ojos y a traer a la mente a aquella persona o personas a la (s) que querían perdonar y no habían podido conseguirlo a lo largo del tiempo, pero pensando en Jesús que derramó su sangre para el perdón de los pecados del hombre.

 “En la oración del Padre Nuestro (Lucas 11: 2-4) Dios perdona a los hombres y enseña a los hombres a perdonar a los suyos, pero la falta de perdón entre los seres humanos bloquea el amor de Dios”, dijo. “La falta de perdón nos sujeta al tormento; es el poder secreto de la cruz”.

Dijo que una de las partes más importantes de la oración es el arrepentimiento de los pecados personales y pedir perdón a Dios que sabe todas las fallas de la persona, humillarse delante de Él y pedirle que, si Él quiere, nos otorgue el perdón. Para ello, el arrepentimiento tiene que ser verdadero, pues no basta con llorar la pena y pedir perdón.

La parte más difícil de la oración del Padre Nuestro es cuando se expresa “como también nosotros personamos a los que nos ofenden”, pues allí es donde Dios enseña a cada individuo a ser justo, como Él lo es cuando perdona nuestras faltas.

Y en las palabras de Jesús en la cruz “Padre, perdonales porque no saben lo que hacen” son actuales, porque los hombres, aunque a veces quisieran hacerlo, no saben cómo perdonar la ofensa y el engaño, porque las mentiras del maligno se incrustan en el corazón y obstruyen la también la mente, porque el rey de la mentira no ha dejado perdonar e incita a buscar la venganza.

La conferencista señaló que a muchos católicos nos hace falta fe para perdonar, aunque lo imposible para los hombres, es posible para Dios. (Lucas 18: 27).

María Galván, integrante del grupo de oración Santa María de Guadalupe, en la parroquia de San Buenaventura de Huntington Beach reflexionó que para perdonar hay que crecer en la fe y actuar.

“Tener fe para perdonar es dejar que Dios actúe, porque si Dios toca el corazón a uno le darán más ganas de seguir en el camino de Él, y aunque no es fácil, sí podemos tener victoria con Él”.

Por su parte, María Pérez -también fiel de San Buenaventura- opinó que para poder sanar las heridas del pasado y aprender a perdonar, es necesario dejar de creer en las mentiras del demonio y creer más en el poder de Jesús, además de lograr una conversión genuina y adaptar la forma de pensar individual en sintonía con la de Cristo.

De la misma forma se expresó Malena Espinoza, quien comentó que si bien la fe y el perdón es un riesgo, “Con Cristo vale la pena arriesgarse, porque somos la creación más hermosa de Dios”.