catedral de cristo

UN TENOR CERCANO A DIOS

MAGISTRAL PRESENTACIÓN DEL CANTANTE MEXICANO CÉSAR ANTONIO SÁNCHEZ EN UNA MISA CRIOLLA EN LA CATEDRAL DE CRISTO

By JORGE LUIS MACÍAS     6/5/2017

Teniendo en cuenta las cosas de la vida insertas en el corazón y creyendo con la certeza de la fe es muy difícil que a uno le vaya mal en la vida, afirma el tenor mexicano César Antonio Sánchez, quien dio un magistral recital durante la Misa Criolla en la Catedral de Cristo.

Sánchez, nacido en Tijuana, Baja California dirige su carrera y su vida en base a la Palabra de Dios, y hace suya las palabras del Salmo 119:2: “Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que le buscan de todo corazón”.

En la Misa Criolla, César fue acompañado por el coro en español de St. Elizabeth Ann Seton. Cantó magistralmente los textos litúrgicos traducidos y adaptados por los sacerdotes Antonio Osvaldo Catena, Alejandro Mayol y Jesús Gabriel Segade: el Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei.

Esta obra musical para solistas, coro y orquesta, de naturaleza religiosa y folclórica fue creada por el músico argentino Ariel Ramírez (1921-2010).

“Esta obra está dedicada a dos monjas alemanas, Elisabeth y Regina Brückner, quienes ayudaron con alimentos a los prisioneros de un campo de concentración durante el nazismo”, dijo César. “Esta Misa en Español contiene ritmos latinoamericanos, andinos, argentinos y peruanos”.

de corista a tenor

Cesar Antonio Sánchez comenzó sus estudios musicales cuando era un niño corista en la Iglesia del Sagrado Corazón en Tijuana, México.

Un día viendo un programa de televisión vio cantando al tenor Plácido Domingo. César tenía sólo 11 años, pero nunca antes había oído hablar de Domingo. El tenor cantaba All’alba vincerò! (¡Al alba venceré!), la traducción literal de algunas partes del aria de la ópera Turandot de Giacomo Puccini.

“El sonido de su voz era tan emocionante”, dice César. “Todo era tan sorprendente que cambió mi vida”.

César comenzó a leer todos los libros que podía encontrar sobre cantantes famosos. Encontró una biografía de Enrico Caruso y se sorprendió al saber que en 1920 el gran tenor había cantado a miles de personas en la enorme Plaza de Toros de la Ciudad de México y había viajado extensamente por ese país dando conciertos.

Desde aquella temprana edad César sólo quería ser un cantante de ópera, algo que sus padres, Carlos Sánchez y Nelly Dueñas pensaban era una locura.

En sus primeros años de adolescencia, Cesar lavaba los platos y limpiaba el pequeño restaurante de su familia en Tijuana. Ayudando a su padre a trabajar, pronto se convirtió en un excelente cocinero.

Los clientes comenzaron a pedir que “el niño” preparara sus órdenes. El éxito de César en la cocina lo llevó a trabajar en varios restaurantes de todo el mundo, mientras seguía su carrera de la ópera.

“Nunca he conocido a nadie de tan humilde entorno, que haya trabajado tan duro para seguir una carrera”, dijo el doctor Thomas Coad, profesor de música en Cypress College.

de méxico a europa

Todavía estudiante en Guadalajara, César entró en un concurso de canto y ganó el primer lugar. El premio le permitió comprar un pasaje de ida y vuelta a Europa. Él audicionó y le fue concedida una beca en la famosa escuela de “El Mozarteum” en Salzburgo, Austria.

A pesar de no hablar alemán cuando empezó, después de 6 meses podía conversar muy bien con los estudiantes y profesores y era un excelente estudiante. Completó 2 años de estudio, pero simplemente no podía permitirse vivir en Alemania por más tiempo. Los gastos de vivienda y alojamiento no eran parte de la beca.

A pesar de buscar trabajo lavando platos, limpiando casas y viviendo por dos meses en un sótano de una iglesia local, se le acabó el dinero y se vio obligado a regresar a México. Después de 2 años de trabajo y ahorro en México, volvió a Europa.

“Hubo momentos que dormía en la estación de tren; me alimentaba solo con manzana y miel”, recuerda. “Aquellas carencias me hicieron bajar de peso, pero tuve una relación y un vínculo más estrecho con Dios”.

Recientemente, César hizo su debut en Estados Unidos con la Tampa Florida Opera en Tosca. Donde recibió una ovación de pie y sus próximos compromisos incluyen un concierto con la Sinfónica de Colorado, una actuación de la ópera Tosca para el Festival de la Ópera de Tijuana en México y el papel de Manrico en el II Trovatore de Verdi, en la Ciudad de México.

“Ese Salmo (119:2) sintetiza en mi vida todo lo importante para todos aquellos que buscamos lo que él ya nos dio”, dice el artista. “Lo único que se necesita es ponerse en sintonía con nuestra espiritualidad y estar cerca de Dios”.