“Es maravilloso ver reunida a los hijos de Dios que buscan la oportunidad de encontrar a su Hijo Jesús”, fue la reacción de Rob Galea, el joven sacerdote australiano y estrella internacional de la música pop, que deleitó a más de 15,000 jóvenes congregados en el Congreso de Educación Religiosa 2017.
Galea, de 34 años, es un sacerdote católico en Shepparton, Australia. Es la estrella pop más grande de la cual quizás nunca has oído hablar. Sus conciertos reúnen a miles cada año e incluso fue invitado a participar en la versión estadounidense de “The Voice”, pero su ministerio le obligó a apartarse de la competencia.
“Esta multitud me recuerda que estamos más cerca del cielo cuando todos nos reunimos para orar y cantarle a Dios”, dijo Galea, quien es autor de ocho proyectos musicales, entre ellos: Más de Usted (2004), Cercano (2006), ¡Qué Día! (2008) y Divina Misericordia (2011). “¡Sí, estamos a un paso del cielo!”.
El padre Rob Galea es sacerdote asistente en la Diócesis Católica de Sandhurst, una región en Victoria, Australia. Dijo que su vocación no es encabezar las listas de popularidad, sino convencer a los jóvenes que son amados incondicionalmente: “Soy ante todo un cristiano, luego soy sacerdote y después soy músico”.
Sólo cuatro años después de su ordenación, Galea ya está siendo reconocido con la renovación de la Iglesia Católica en Australia.
Naturalmente introvertido, el padre Galea a menudo se siente incómodo con la atención. Frente al mundo impulsado por el ego de la música, en él prevalece su misión de evangelización. No busca la fama para sí mismo.
“Mi papel es hacer a Dios famoso. Yo soy el instrumento, el rostro de él muy a menudo”, dice.
Galea es capellán del Colegio Secundario Notre Dame de Shepparton, visita dos hospitales y seis casas de retiro. No tiene funciones parroquiales, pero administra el programa juvenil de la diócesis australiana. Viaja por el mundo y toca en estadios, escuelas y conferencias llenas con su banda de cristianos modernos y produce álbumes que se han vendido por miles.
“Los jóvenes deben tener una vida de oración y escoger a Dios. No tienen que hacerlo solos, sino en comunidad”, indicó. “La mejor razón es el cumplimiento de que has sido creado para disfrutar de Dios”.
La música del padre Galea es pegadiza, optimista y suavemente conecta con Dios. En el tema Ángel, -de su quinto álbum- una canción de un aparente amor tierno se convierte en una exhortación para la protección de Dios: “Deja que su rostro brille sobre ti y te lleve a un lugar llamado hogar, un hogar para ti, mi angelito”.
“Aunque corramos y nos alejemos de Dios, siempre retornamos a Él”, aseguró. “La alegría de tenerlo a Él nadie te la quita. Yo amo ser sacerdote. No hay nada más hermoso y maravilloso que encontrar a Jesús”.
Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Victoria Vieira, quien estuvo presente en el Día de los Jóvenes en el Congreso de Educación Religiosa.
“Quiero que sepan que yo fui víctima de violencia doméstica”, dijo en su testimonio. “Si no hubiera sido por la gracia de Dios no estaría viva”.
Y, agregó: “El tiempo de reencontrarse con Dios es ahora”.
Y, ustedes ¿qué están esperando?
La respuesta a la interrogante llegó de inmediato por parte del Arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, durante la Misa ofrecida en un auditorio del Centro de Convenciones de Anaheim.
“Dios quiere que seamos santos. ¿Qué están esperando?”, dijo Gómez. “Este mensaje es bíblico. Es un mensaje personal de Dios y sólo tú le puedes responder. Yo le respondo por mí mismo y por reflejar quien soy. Jesús nos despierta y nos pregunta: ¿Quién soy yo? ¿Qué camino debo seguir para alcanzar la alegría y la felicidad?”.
Ese camino es el que ya transitan los novios Ebastian Carrillo y María Carrillo, ambos de 16 años de edad
“Yo soy una persona que respeta a las mujeres porque son creación de Dios”, dijo Ebastian. “Mi madre me ha enseñado a conocer a mi novia como creación de Dios y la debo amar con un amor puro. Por eso no me da vergüenza decir que soy un Católico que reza el rosario para mantener la castidad física y espiritual, antes de que lleguemos al matrimonio…En mis oraciones hablo con Dios todos los días”.
Por su parte, María dijo que su camino es seguir el llamado a la santidad.
“Todo es posible”, dijo ella. “La santidad sí se puede lograr. Nosotros no lo elegimos sino es Dios que nos guía”.